Alumnos del Enrique Molina forman y se lucen con soñada banda de jazz
La mayoría de estos chiquillos se acercaron al género musical gracias al grupo que se formó en el tradicional liceo penquista.
"Con el jazz, le hemos quitado oídos al reggaeton y a toda esa música que pretende ser la favorita de nuestros jóvenes". Estas palabras fueron pronunciadas por Ignacio González, músico y director de la Big Band Jazz del Liceo Enrique Molina (EMG), durante su última presentación realizada en el odeón de la Plaza de la Independencia.
Es que el jazz no solo se ha convertido en el estilo favorito de los integrantes de la agrupación, sino que también en un vehículo de estímulo académico y superación personal. Ejemplo de ello es Cristofer Pinto, quien estudia segundo medio en el EMG y es uno de los miembros de la banda. Ahí se destaca gracias a la interpretación del saxofón barítono. Este joven músico asegura que el jazz se ha constituido en una de sus más grandes pasiones y que para él, estar en la Big Band es un tremendo orgullo.
"Siempre me ha llamado la atención la música, pero nunca había tenido un contacto así muy cercano hasta el año pasado, cuando vi una presentación de la Big Band. Me interesó tanto que decidí ser parte de ella. Tengo planeado durar mucho tiempo en la banda, es algo que me gusta mucho", afirma.
En esa misma línea se encuentra Benjamín Novoa, quién desde hace dos años y medio se destaca como bajista del grupo musical. Él egresó del Enrique Molina el año pasado y se ha mantenido dentro de la banda, pues, asegura, que su gusto por la música es muy grande y que no desea dejar de tocar en ella.
"Quiero estudiar ciencias físicas en la universidad y asimismo seguir en la Big Band. Mi familia me ha apoyado mucho con la música, les gusta que participe aquí y se sienten orgullosos de mí. En varias oportunidades han ido a verme tocar y es algo que les alegra muchísimo. En unos cuántos años quisiera tener una banda propia de jazz", asegura Benjamín.
Estos músicos adolescentes tienen en común el amor por la música, el gusto por el jazz y el apoyo que, aseguran, todos tienen de sus papás, quienes los motivan a seguir aprendiendo cada día más.
Interés musical
Rolando Rojas, es egresado del Enrique Molina y actualmente se encuentra cursando un preuniversitario. Cuenta que a finales del curso de segundo medio se interesó en tocar un instrumento y por ello decidió ingresar a la banda.
"Salí de cuarto medio y me dieron la oportunidad de seguir siendo parte de la banda, lo que me emocionó bastante. A mis papás les gusta que participe en ella, pues saben que es algo bueno y que me enseña", asegura.
Este penquista afirma que en un futuro desea estudiar pedagogía en ciencias naturales y físicas y paralelo a ello seguir con su carrera musical, pues según este joven de 17 años, "la música es algo que siempre va estar. Eso nunca se pierde".
Excepción
Al igual que todos estos jóvenes músicos, Isidora Castro es una apasionada por la música y es la única mujer que pertenece a la Big Band Jazz, del colegio Enrique Molina.
Esta joven ingresó hace dos años a la banda con la intención simplemente de cantar y, gracias a su talento, terminó siendo una de sus miembros.
Isidora, toca el contrabajo y asegura que ha sido para ella una gran oportunidad. Tiene dos años y medio en el conjunto y muchos años tocando el instrumento de cuerdas. "Los ensayos son en horas de clases y yo salgo de mi colegio y me voy al Enrique, a veces pierdo algunas horas de clase pero las repongo con la música. Es bastante entretenido", agrega.
En tanto, el director de la banda, Ignacio González, asegura que la idea de crear la banda partió desde el departamento de cultura de la Municipalidad de Concepción, con el fin unir a los chicos en torno a la música. "En el 2015 partimos y ya han pasado varias generaciones", indica González reiterando la importancia que tiene el interpretar este tipo de música para los adolescentes.
"Ya hay proyectos para formar la Big Band femenina y será con chicas del Liceo de Niñas"
Ignacio González,, director de la Big Band Jazz"