Angélica Vásquez V.
El tema de la energía, de verse como tal, de serlo, es tan interesante que lo menciono constantemente. Aquí, en la radio, en las terapias, con amigos, en la vida. Y suena tan divertido hablar así, que me pongo a recordar años pasados y qué hubiera pasado si alguien del futuro (yo misma) hubiera aparecido y me aconsejara a enfocarme en despertar y usar conscientemente mi energía. Primero creo que no me habría reconocido, jajajá. Diría: mmm, falta ejercicio. Pero luego habría quedado pasmada ante el conjunto de sandeces que esa mujer de cara redonda me diría. ¿Por qué me pego este viaje medio cósmico? Porque es una era absolutamente hermosa la que tenemos ahora y lo olvidamos. Hace 10 años hablar y expresarse así era como de gurú de la India, tema de burlas, desconfianza, cuestionamiento. ¿Entonces por qué, si tenemos tanto, nos volvemos a quedar dormidos? ¿Qué pasa que nos relajamos y olvidamos hacer nuestro trabajo? El verdadero, no el que desarrollamos físicamente: nuestro Trabajo Interno, el que nos impulsa a querer más cada vez; el que hace que la famosa frase "somos energía" tome el lugar que le corresponde y nosotros también. Ese poder lo tenemos y nos asusta, pero en nuestra mejor versión de superhéroes y superheroínas está. A lo Peter Parker: un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y eso lo debe hacer doblemente interesante. Es pedir el helado doble y con crema y saber que lo puedes disfrutar. Eso es energía, eso somos, eso eres, eso soy. El poder de crear, de elegir, de vivir aquí y ahora, como las frases publicitarias, "conectada y poderosa" o "sólo hazlo". A esa Angélica del pasado le habría dicho varias cosas, pero ¿saben qué? Mi alma lo sabía, ya había visto señales de que llegaría esa era, y que cuando le dijera a alguien: ¡Qué maravillosa tu energía!, sería respondida con un: ¡La tuya también! Seremos energía por los siglos de los siglos. Amén.