Escuadra Nacional: preparada para mucho más que combatir
Previo a un programa de entrenamiento frente a la región del Biobío, los marinos de la Escuadra Nacional dedicaron tiempo a compartir y servir a la comunidad. El comandante en jefe de la Escuadra detalla la vocación de servicio.
Para ser parte durante 22 días de un programa del que participarán buques de la Escuadra Nacional, y que se desarrollará en aguas frente a la región del Biobío, permanece en Talcahuano la fragata Lynch, además de otras cinco embarcaciones de la Armada de Chile.
"Estamos haciendo un período de entrenamiento normal para esta época del año, y nos interesa mucho realizarlo en esta área de operaciones de la Octava Región", explicó el contraalmirante Yerko Marcic Conley, comandante en Jefe de la Escuadra Nacional.
El ejercicio contempla todo tipo de maniobras programadas para mantener la eficiencia en el empleo de las capacidades de la fuerza operativa de la Armada de Chile.
Adicionalmente a las tareas oficiales y de entrenamiento naval, según explica el contraalmirante Marcic, el personal de la Escuadra ha aprovechado la estadía en Talcahuano para participar de otras labores en las que los marinos interactúan con la comunidad.
labores anexas
"Desarrollamos varias actividades de corte profesional, aprovechando que la Base Naval de Talcahuano es la principal base logística de la Armada", comentó Marcic, quien asumió a fines de 2018 como comandante de la entidad con puerto base en Valparaíso. "Es sin duda un sueño cumplido. Llevo 20 años embarcado, y es un gran honor y una gran responsabilidad comandar la Escuadra Nacional".
"La gente nos ha demostrado mucho afecto y eso nos interesa mucho, tratar de conectarnos con la comunidad es algo importante para que nos conozcan y sepan lo que hacemos y por qué lo hacemos", señaló.
Entre las actividades que el personal de la Armada ha desarrollado en el puerto, el comandante relata con particular afecto una visita al hogar de ancianos Madre Teresa de Calcuta, de la Fundación Las Rosas.
Allí, la banda de la II Zona Naval interpretó temas del cancionero popular, mientras otros marinos realizaban labores de mantención y acompañamiento, además de atenciones médicas y dentales.
"No tenemos jardineros, pero la gente es muy empeñosa y le puso harto cariño y oficio en hacer jardinería para hermosear el entorno", confidenció Marcic. "Fue un lindo momento y salimos fortalecidos de eso", destacó.
Un sello especial que el contraalmirante se encarga de recalcar y llevar a la práctica es el de estrechar las relaciones con las comunidades que visitan ya que, asegura, "muchas veces la gente piensa que nuestras unidades están hechas sólo para combatir y en efecto, es la principal función, pero los buques de la Escuadra están preparados para mucho más que combatir".
"Tenemos un país esencialmente marítimo, en el que más del 95% de su comercio exterior se mueve por mar", enfatiza, para detallar que las tareas de los distintos buques pasan también por la fiscalización marítima, protección de la pesca y sustentabilidad de los recursos, protección del comercio marítimo, "y también hacemos labor humanitaria ante catástrofes naturales, tan frecuentes en nuestros país".
"Tenemos que aprender a vivir con eso y las capacidades de los buques y nuestra gente también sirven para eso", asegura el contralmirante.
Precisamente, luego de finalizar el programa de entrenamiento, uno de los buques partirá a la zona sur del país para cumplir con la fiscalización marítima, y patrullaje del área económica exclusiva y, si es necesario, más allá de las 200 millas náuticas.
La multiplicidad de tareas hace aún más relevante el trabajo en equipo. A bordo, explica el contraalmirante, cada marino depende del correcto cumplimiento de las funciones de sus camaradas, y los largos días de navegación a bordo hacen que la convivencia sea cercana, más allá de las responsabilidades y roles que cumplan.
La vida a bordo
"Compartir con la dotación también es divertido, no sólo con el círculo en el que trabajo, también con otra gente; eso es lo bueno de navegar", corrobora la marinero Lilian Castillo Orellana, quien es penquista y se desempeña como mayordomo en la cámara de oficiales.
"La verdad es que es un orgullo para mi familia que yo esté acá, no pensaban que yo podía ingresar a la Armada", cuenta la joven, quien es del Valle Nonguén.
Antes de ingresar a la institución estudió un año y medio de Construcción Civil, "pero me di cuenta que no era lo mío, encontré mi vocación y me fui a la Escuela de Grumetes".
Éste es su primer año contratada tras egresar, y fue asignada a la FF Lynch. Confiesa que los primeros días se mareó un poco, "pero después me acostumbré y empecé a disfrutar el viaje".
También penquista, y del cerro La Pólvora, es el sargento segundo Felipe Riffo Monsálvez, quien es mecánico de máquinas con mención en refrigeración y labora como encargado de petróleo de la embarcación.
"Manejo el sistema de combustible del buque, aparte del petróleo y el combustible de aviación para al helicóptero, mi función es mantener los estanques de servicio llenos para los motores", señala el marino, que actualmente vive en Viña del Mar junto a su señora y su pequeña hija.
Con 17 años en la institución, el sargento cuenta que nunca ha estado trasbordado en la zona. "Solamente los pasos por reparaciones, pero siempre trato de ir a ver a mis papás, que todavía viven acá en Concepción", añade.
El contraalmirante Marcic remarca que "la gente sacrifica tiempo familiar pero en un sentido de vocación de servicio, eso es fundamental".
"Conocemos mucho de nuestras familias, mi compañero conoce a mi familia, hay momentos para compartir, el momento para hablar entre nosotros es siempre, en el día a día, cuando estamos trabajando", detalla el comandante, como una característica de las tripulaciones.
rol internacional
Otra de las funciones menos conocidas de las tripulaciones, pero igualmente importante, "es la capacidad de actuar cooperativamente con otros países en tareas de seguridad y establecimiento de orden en los mares".
Es así como el año pasado, la Armada se convirtió en la primera marina no angloparlante en conducir el Componente Marítimo de las Fuerzas Combinadas en el ejercicio Rimpac.
El Rimpac es el ejercicio de guerra marítima más grande del mundo, y es organizado por la marina de los Estados Unidos.
"La fragata Lynch participó como buque, pero además la Armada tuvo el honor de que un oficial de la institución dirigió el ejercicio recibiendo excelentes comentarios de la capacidad de conducción de todo el ejercicio", destaca el contraalmirante.
visitas al buque
Durante hoy y mañana, de 14.00 a 18.00 horas, habrá nuevas visitas a la fragata Lynch. El contraalmirante Marcic Conley explica que, al igual como se hizo anteriormente en Talcahuano, "la gente puede recorrer la cubierta del buque, son recibidos por un guía de visita, se recorre la cubierta exterior y va explicando para qué sirve cada cosa que hay a bordo". "Es un bonito paseo familiar y a nosotros nos interesa que nos conozcan más", finalizó el comandante.
"La gente piensa que nuestros buques están hechos sólo para combatir".
Contraalmirante Yerko Marcic,
Comandante de la, Escuadra Nacional"
"Conectarnos con la comunidad es algo que es importante para que nos conozcan, y sepan lo que hacemos".
Contraalmirante Yerko Marcic,
Comandante de la, Escuadra Nacional"