Tras festejar en casa, salió a la calle con sus amigos. Allí se produjo una mortal riña con otro grupo.
Un tenso ambiente en el pasaje El Cisne, lleno de miradas tristes y adoloridas, daba cuenta de lo que había ocurrido durante la madrugada. Allí, en el sector Yobilo de Coronel, un joven fue acribillado luego de que un sujeto le disparara, a quemarropa, con una escopeta.
La dramática historia en la que Francisco Flores Parra (21) encontró su muerte, comenzó en medio de las celebraciones de Fiestas Patrias. Junto a sus amigos, con quienes vivía, habían estado carreteando en la casa. Tenían ganas de que el festejo dieciochero continuara y, con esa idea, se acercaron a la esquina, en donde su pasaje intersecta a la calle Llanquihue.
En ese lugar, el muchacho se encontraba compartiendo algunos tragos junto a sus amigos, según indicaron los vecinos y testigos del hecho.
Sin embargo, la noche de diversión se transformó en una tragedia cerca de las cuatro de la madrugada. A esa hora, un grupo de individuos pasó por el lugar y comenzaron a discutir con ellos. Los ánimos habrían ido calentándose hasta que se fueron a los golpes. La riña se habría tornado brutal y quienes llegaron último, se fueron prometiendo venganza.
En cosa de minutos, un sujeto llegó hasta la esquina con una escopeta y apuntó a Francisco Flores. Según explicó uno de los mejores amigos de la víctima, "no era a Francisco a quien debían disparar, porque el problema más grande había sido con otra persona".
Su cercano y testigo clave del caso relató a La Estrella que el sujeto disparó el arma e impactó al joven de 21 años.
Asustado, el muchacho corrió junto al resto hacia el interior del pasaje en donde vivían, pero se desplomó a la mitad del camino. "Yo estaba al lado suyo y me gritó que le habían pegado".
Con la sangre de su amigo aún impregnada en su ropa, el amigo continuó con su dramático relato, añadiendo que "lo tomé en brazos y lo subí a una camioneta para llevarlo al hospital. Pero a mitad del camino, cuando iba a la altura de la pasarela de Lo Rojas, quedé sin bencina y no pudimos llegar. Cuando lo miré, él ya se había ido".
Carabineros de Coronel tomó el procedimiento en primera instancia y, por instrucción del fiscal jefe, Carlos Palma, la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones (PDI) realizó las indagatorias correspondientes en el lugar del crimen.
El subcomisario Jorge Abatte, jefe de la BH, indicó que "nos constituimos, primero, en el sector Lo Rojas, en donde se encontraba un joven fallecido tras haber recibido un disparo de escopeta en la región del tórax. Al respecto se han realizado las pericias de rigor tanto en ese lugar como en el punto en donde se percutó el arma, en el sector Yobilo. Allí se ha encontrado una serie de evidencias relacionadas a este hecho".
En cuanto a los motivos que habrían gatillado el homicidio de Francisco, Abatte indicó que se han realizado todas esas indagatorias y que, preliminarmente, se trabaja en la hipótesis de posibles rencillas anteriores entre los involucrados. Sin embargo, la cercanía entre el victimario y el fallecido, aún es materia de investigación. De acuerdo a la policía civil, el presunto autor del crimen fue detenido, durante la jornada de ayer y se dispuso su control de detención para mañana hoy jueves.
Los amigos de Francisco Flores, recordaron al joven pese al dolor que les significó su partida. El muchacho se desempeñaba como albañil haciendo pitutos por aquí y por allá. Era un conocido "maestro chasquilla" de la población y, recientemente, había encontrado trabajo en la construcción de unas casas en Coronel.
Además era un hincha ferviente de Colo Colo, por lo que esperan recordarlo como tal una vez que organicen su funeral.
Mientras tanto, sus restos se encuentran en el Servicio Médico Legal de Concepción, en donde serán sometidos a los análisis tanatológicos que forman parte de la investigación. Su familia se enteró de su muerte a las horas y pese a haber estado alejados, sufrieron con desconsuelo la partida del joven. J
l El crimen de Francisco causó un gran impacto en el sector Yobilo de Coronel, especialmente entre los vecinos de la población Frank Mardones, en donde ocurrió la mortal riña. Los residentes aseguran que las peleas entre grupos son pan de cada día, por lo que prefieren estar siempre en casa y evitar así la inseguridad con la que conviven. Durante la madrugada observaron los trabajos de Carabineros y la PDI con miedo ya que, según expresaron algunos, transitan por el barrio con temor, clamando por mayor seguridad. Por ello, hicieron un llamado a las autoridades a que no se olviden de ellos ni la violencia con la que conviven.