l La ex animadora de "Extra Jóvenes", Paloma Aliaga, fue descubierta en el aeropuerto de Miami en compañía de su ex cuñado y actual pareja, Cristóbal Valenzuela. Según informó "SQP", un aficionado grabó a la ex esposa de Daniel Valenzuela a su arribo a EE.UU.
l El último video de Britney Spears, "Work Bitch", incluye escenas que potencian su sensualidad, pese a que ella no quiere fomentar una imagen de sex symbol. La musa del pop dijo que tras filmar, pidió que se editaran muchas imágenes para evitar que sus hijos la vieran de una manera que a ella la hace sentir incómoda.
l El gran protagonista del segundo capítulo del programa de Chilevisión, "Manos al fuego", fue Felipe (22), un joven que solo perdió 1 de los 5 desafíos de fidelidad que propone el programa, fallando solo en no contestar una llamada de su polola frente a una modelo.
La quillotana que enamoró al ex marido de la Tía Sonia se confesó en exclusiva con La Estrella. No piensa en hijos y sólo quiere disfrutar su relación.
La vida de Jimena Fredes no ha cambiado mucho desde queManuel Massú, el padre del olímpico Nicolás, confesó ante las pantallas de Mega que ella, trabajadora de la sala cuna Nidito del Integra, en Quillota, era la mujer de su vida tras la separación de la popular Tía Sonia, con quien tiene tres hijos.
La Estrella se contactó con Jimena, quien durante los últimos días ha participado de las marchas de las tías de Integra, y accedió a conversar en exclusiva con este medio de su pololeo.
Cuenta Jimena que a Manuel lo conoció en la inauguración de un restaurante. Esa noche ella celebraba el cumpleaños de su hermana Lorena y estaba en compañía de su prima Mónica. Promediando la noche, Manuel la sacó a bailar y ella accedió. "Él se me acercó, yo creo que le llamó la atención mi sonrisa, me sacó a bailar y ahí no nos separamos nunca más", contó.
Tras ese día intercambiaron teléfonos y luego de algunas salidas comenzaron a pololear. "Esa noche me dio su teléfono y para mí fue Manuel, luego de algunos días supe que era el papá de Nicolás Massú", agrega Jimena, quien el día viernes -mientras marchaba con sus compañeras de trabajo de Integra- recibía llamados de sus apoderadas y amigas que daban cuenta de que su historia de amor ya estaba en los paneles de farándula.
De lo que ocurrió luego que Manuel contara que ella era el amor de su vida, Jimena tiene sentimientos encontrados. "Ha sido súper extraño, para nosotros era súper normal andar en Viña del Mar o en Quillota, asumimos que todos sabían, pero parece que no todos lo tenían muy claro", dijo la morena de 37 años y atractiva sonrisa.
Con el pololeo declarado, llegó el momento de hacer partícipe a la familia de su decisión. "A mi familia le costó al principio aceptarlo un poquito, pero ahora está todo bien. Lo conocen, han compartido con él y lo quieren harto", contó.
"Yo creo que tenían aprensiones, les faltaba conocerlo, ahora una vez que lo conocieron y vieron cómo es, quedaron encantados. Manuel es muy simpático, y toda mi familia lo conoce mucho", dijo.
En las redes sociales ambos se dedican en sus muros de Facebook canciones de amor para celebrar, por ejemplo, sus aniversarios. En la vida real, poco: "En todos estos años dos veces le he dedicado canciones en karaokes públicos, en la casa de unos amigos en Viña del Mar y otra vez en San Felipe. Le canté canciones de Marc Anthony", contó Jimena, quien confesó que bien no canta, pero que le gusta hacerlo. Las canciones que eligió fueron "Valió la pena" y "Qué precio tiene el cielo".
Jimena agregó también que sus fichas en el amor de Manuel estuvieron siempre instaladas. "Nunca estuve con la idea de probar, yo creo que desde el principio fue algo especial y bonito. Cuando nos fuimos a vivir juntos esta relación se consolidó, yo desde el principio siempre lo tomó muy en serio".
-Su simpatía, es muy cariñoso. Siempre nos damos tiempo para compartir con sus amigos, los míos, la familia y también para nosotros.
-Ese tema no quiero hablarlo. Yo los conozco, pero está la otra parte y no quiero que ellos tengan problemas. Me caen los tres súper bien, son simpáticos, amorosos.
-No, sólo hemos intercambiado miradas, nos hemos encontrado en un par de partidos del Nico.
-Manuel de repente sorprende, por ejemplo, con algunas flores. Ahí me cautiva.
-La verdad es que no. Mi prioridad es el trabajo, él y mi familia. J
A los 25 años, Claudio Guzmán es un cantautor de pop en un país impopular. Vive en el Chile de 1988, cuando Augusto Pinochet decretó el plebiscito que decidiría su futuro en el poder. Los comandos del "Sí" y el "No" ya trabajan en la campaña, y a Guzmán le encargaron una misión compleja: grabar el himno de la cruzada, la canción "Chile, la alegría ya viene", que durante un mes se escuchará a diario en la franja televisiva de las elecciones, con videoclip de fondo.
Claudio Guzmán, incipiente cantautor de los ochenta -sin grandes éxitos radiales a su haber- aceptó el desafío con gusto: lo único que quería en ese minuto era gritar un "No" gigante a Pinochet.
"A varios les sorprendió que me hayan elegido para la canción. Yo quería colaborar en la campaña con mi alma. Quería que terminara esto. Más que a la canción le fuera bien, quería que la campaña entera funcionara", dice Claudio, a un día de la conmemoración, este 5 de octubre, de los 25 años del Plebiscito de 1988, que terminó con "Chile, la alegría ya viene" convertida en el jingle más efectivo de la política local.
El tema central de la campaña lo escribió Sergio Bravo y lo compuso Jaime de Aguirre, hoy director ejecutivo de Chilevisión. Fue el mismo Aguirre quien dilucidó la duda de Guzmán: "¿Por qué yo?". "Porque tienes voz de chileno, me dijo, de alguien normal, se pueden sentir identificados contigo".
La grabación fluyó bien. Se realizó en los estudios de Filmocentro (base de operaciones de Sergio Bravo y Jaime de Aguirre) en la calle Jorge Washington y junto a la voz femenina del tema, Rosa Escobar. "En una hora estaba todo listo. Creo que teníamos tantas ganas de que quedara bien, que todo fue rápido. Sabíamos que debía funcionar".
La canción se grabó y los publicistas a cargo dieron el visto bueno (entre ellos, el director de la campaña, Eugenio García). Desde el primer día de emisión de la franja televisiva entera, Claudio Guzmán supo del acierto: "La gente la cantaba, la letra les hacía sentido. Yo crecí en toque de queda, entonces cuando escuché la letra sentí que me estaba hablando a mí".
Claudio Guzmán, hoy un chileno de 50 años, un indignado más del mundo, es enfático en separar el plebiscito de los cuatro gobiernos de la Concertación. A la voz del "No" le disgustaron las administraciones de Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet. Cree que faltaron cosas por hacer. Cree que se farrearon el país. Pero no se arrepiente de haber sido su emblema político: "Pero no estoy desesperanzado, creo que aún podemos construir el país que realmente queríamos. No es tarde para eso".
El músico -ex integrante del grupo ochentero Q.E.P, que algunos recordarán por su hit "Johnny Peineta"- ve una oportunidad de reconstrucción en un evento simbólico: mañana a las 16.30 horas, en el Teatro Huemul, el mismo donde se grabó el videoclip de "Chile, la alegría ya viene", Claudio Guzmán cantará de nuevo el himno del No, con motivo de la conmemoración de los 25 años del plebiscito.
En el cartel, donde figuran Daniel Cantillana, Pancho Puelma y Aterrizaje Forzoso, entre otros, Guzmán surge como el plato de fondo. La idea es revivir la postal más emblemática del No con su escenografía oficial, el viejo Teatro Huemul. "Nos juntamos para volver a estar juntos, porque nos sentimos solos. Esta es una convocatoria abierta para recordar y cantar la canción que, una vez, nos unió", resume. J