En todo el país han causado impacto y curiosidad las imágenes de varios lobos de mar caminando, a duras penas, por las calles de Talcahuano en busca de comida. Restos de pescados, cáscaras de frutas y desechos varios, son muy apetecidos por estos gigantes que la están pasando mal en el agua por la falta de peces.

Sin embargo, ayer, esta misma situación se volvió a vivir, pero ahora fue en el sector de La Explanada de Tomé, cuando dos de estos animales salieron del océano y se internaron en la ciudad.

Abel Fuentealba es un tomecino que trabaja en el mencionado sector y fue testigo privilegiado de la extraña aparición de estos ejemplares.

"Yo trabajo a dos cuadras de la Explanada, dejé estacionado mi auto y cuando iba a marcar tarjeta en la pega vi a los lobos que estaban comiendo basura en la calle", explicó a La Estrella.

Abel tuvo la preocupación de no acercarse mucho a los animales, para no interrumpirlos en su "festín". "Me acerqué un poco, para tomarles una foto. Evité de hacerlo mucho, ya que hace algunos años uno mordió a una señora en la playa", contó.

"Los autos que pasaban por el lugar debieron hacerse a un lado, ya que los lobitos no tenían ningún interés en moverse. Estaban bastante concentrados en alimentarse", relató el hombre que se encontró con esta situación cerca de las ocho de mañana.

Abel hace cinco años que vive en la comuna costera y hace tres que va a su pega en el lugar. "Es primera vez en todo este tiempo que veo a un lobo de mar salir a la calle, por lo que es inusual. Siempre se acostumbran a verlos en la playa, pero no tan afuera, ya que eran más de cuarenta los metros que salieron desde el mar", agregó.

Al ser consultados por La Estrella, desde la oficina de Sernapesca en Tomé indicaron que están realizando todas las coordinaciones necesarias y se decidirán las acciones a seguir con la Alcaldía de Mar, la administración pesquera y el municipio para evitar que esta situación vuelva a ocurrir. J

l El capitán de Puerto de Lirquén-Tomé, teniente primero Rodrigo Testón, señaló que al cabo de algunos minutos los lobos fueron correteados de vuelta al mar por los pescadores del sector. "Lo que pasó acá es diferente a lo que sucede en Talcahuano. Aquí el problema pasa por un tema cultural, porque la gente bota los restos de pescados y mariscos en el lugar. Además, es importante destacar que la gente no debe acercarse a ellos y así evitar accidentes", señaló.