Familias aún viven sin agua a pasos del centro penquista
Desde la municipalidad dicen que es una zona de riesgo y deberían salir de ahí.
Cerca de cuarenta años tienen las casas más antiguas ubicadas en el cerro de Los Lirios Alto, comuna de Concepción, y hasta la actualidad las 200 familias que lo habitan no consiguen la concreción de un proyecto de urbanización que les permita tener agua potable. La situación de los propietarios de terrenos en el lugar, quienes recalcan que no se trata de una toma ilegal, es tan dramática que ni siquiera exigen la instalación de alcantarillado o el mejoramiento de la calle de acceso, porque en medio de su desesperación sólo piden tener agua bebible.
Alejandro Contreras, vocero de los vecinos afectados, explicó que "lo que pasa aquí es que siempre nos hemos abastecido con vertientes, pero para el terremoto también desapareció una, se secó totalmente. No podemos estar toda la vida en esta situación", subrayó. Contreras asegura que "nosotros pedimos sólo el agua, es el único requisito, no pedimos que nos mejoren el camino o alcantarillado. La platas están, el Gobierno Regional tiene plata, lo malo es que no nos dejan acceder a los proyectos, nos ponen uno y mil obstáculos", lamentó.
Según los vecinos, supuestamente les iban a dar una audiencia en abril con el alcalde de Concepción, pero todavía están esperando la oportunidad de dialogar con Álvaro Ortiz. "Nos estamos organizando para hacer una protesta porque tenemos que salir a la calle a gritar nuestros problemas", dijo, y añadió que "somos 200 vecinos, llevamos 40 años viviendo aquí y esto no es una toma, aquí la gente es dueña de los terrenos y estamos a cinco minutos del Municipio de Concepción. No puede ser que la ducha sea un privilegio, tenemos que rogar para que llueva. Los camiones que nos abastecen, no están todos los días aquí entregando agua".
Adán Cáceres afirma que desde 1972 está viviendo en este cerro cercano al sector Los Lirios. Comenta que "hasta el momento no hemos tenido ninguna emergencia como un incendio, gracias a Dios, porque el día que llegue a pasar algo así, no hay ninguna forma en que llegue bomberos, en ese caso, el cuento se nos pone mal. Tampoco nunca hemos tenido gente que se enferme grave", señaló, explicando que buscan agua en una vertiente que viene por el lado de atrás de la colina, "y corre un hilito no más. Lo peor es que en tiempo de verano de corta".
Cristina Oliva relató cómo realiza las labores diarias de su hogar: "Yo acarreo agua para adentro en un tarro para echarle agua al estanque y lavar lo platos. Tenemos pozo séptico. No tengo hijos chicos, pero el tema de la comida es complicado, tenemos que llevar todo con tarro, no se puede lavar a cada rato, así que me programo para hacer eso y lavo la ropa dos veces a la semana".
"Nosotros hace mucho tiempo que luchamos por el proyecto del agua, sobre todo en el verano porque no hallamos qué hacer. Aquí viene gente, prometen y hasta el día de hoy nada, solo vienen a dejar agua, no tenemos alcantarillado", dijo la vecina, quien lleva más de 30 años en el sector.
Con su hijo de 5 años y su madre de 86 años, para Gladys es complicado resguardar la salud de su familia. "Estamos siempre preocupados de que haya agua cocida, por suerte mi hijo no se ha enfermado de la guatita, pero vecinos me han contado que han tenido que partir a las 12 de la noche con sus niñitos enfermos al hospital. Yo por ejemplo lavo el día jueves porque vienen a repartir agua, usamos lavadora pero le echamos con lo tarros y calculamos cuanta agua necesita para lavar".
Para Alejandro Contreras, esto se trata de voluntades, ya que "hemos pedido a la municipalidad que nos ayude con esto, pero por el costo les implica un esfuerzo que no quieren hacer. Nosotros aquí estamos como en el campo, no nos sentimos penquistas".
La mayoría de las familias tiene hijos pequeños o un adulto mayor viviendo con ellos, dijo Gladys Cáceres, y aseguró que "la otra vez tenían un proyecto de traer un estanque de Essbio, eso fue en el año pasado. La señora Lezcano (de Essbio) se comprometió con nosotros, pero después nos dijo que necesitaban otros documentos y ahí se fue para atrás todo, incluso mi mamá había puesto el terreno, que era un buen espacio".
Al respecto, Ana María Lezcano, subgerente zonal de Essbio, aclaró que cuando un sector no cuenta con urbanización no es de responsabilidad de la sanitaria ejecutar esas obras. "Pero respecto a la solicitud de que el agua sea trasladada hasta el sector, lo que Essbio puede gestionar es la venta de agua a granel, la que puede entregar en puntos habilitados para ello, como la planta de producción La Mochita ubicada camino a Chiguayante" indicó.
Pedro Venegas, director de Planificación de la municipalidad penquista, indicó que ésta es una zona de riesgo de derrumbe y pertenece a un loteo brujo, es decir, los terrenos fueron vendidos en forma irregular. Por lo anterior, sostuvo que es imposible ofrecer una solución de urbanización y lo más viable es que ellos decidan erradicar el lugar, por su seguridad. J
l Las familias que habitan este sector se organizaron en un Comité de Mejoramiento de Vivienda denominado "Agua Viva" con el que en noviembre de 2012 intentaron alcanzar un acuerdo con la empresa Essbio para llegar a una solución temporal. Uno de los obstáculos es que este es un terreno que pertenecería a un área protegida ecológicamente, que se conecta con la Reserva Nonguén.
l Ya que los proyectos de urbanización son responsabilidad de entidades públicas, La Estrella se comunicó con la Municipalidad de Concepción para averiguar cuál es el factor que impide el avance en esta materia. Desde allá indicaron que se trata un problema con los loteos de los terrenos y la peligrosidad de los mismos. Por lo que no existe una solución en la línea de lo que piden los vecinos, pero explicaron que la Dirección de Aseo y Ornato les reparte agua diariamente.