Cirujano halló solución para los que quieren cambiar su vida: operarse las manos.
Esto tenía que ser ocurrencia de un japonés: el destino de cada persona puede ser cambiado en quince minutos. Y a precio costo. Por sólo mil dólares usted tendrá una vida distinta, tal vez una mejor existencia.
¿Cómo se puede cambiar el destino? Takaaki Matsuoka afirma que el destino de cada ser humano puede ser cambiado alterando las líneas de la mano. Las líneas que, según tácticas de la quiromancia, definen la vida.
Ocurre que Takaaki Matsuoka es cirujano plástico y, en una operación, puede cambiar las marcas que están presentes en nuestras manos desde el momento de nacer. Lo extraño es que los japoneses, tras cancelar el precio acordado, optan por nuevas y alocadas líneas en sus manos. Nuevas líneas que estimulan un mejor destino o, al menos, presentarán una vida insospechada.
La idea del paciente, por lo general, es alargar abruptamente la línea de la vida. Dar mayor definición a la línea del amor. Engordar fuertemente la línea referida a la riqueza. Borrar, además, todas las líneas del pasado y que apuntan a un destino poco satisfactorio.
Aunque, al fin y al cabo, cada género opta por su propio interés. Las mujeres, dicen desde Japón, se obsesionan con la línea del amor. Los hombres con la línea del poder. Matsuoka, que pese a ser cirujano se ha visto en el deber de aprender de quiromancia, ha revelado que muchas mujeres no tienen marcadas en sus manos las líneas del matrimonio. Él, experto en arreglar destinos, soluciona el problema con un solo tajo. Aplica bisturí en una zona virgen de la mano y así, súbitamente, aparecerá en su destino el matrimonio.
Lo extraño no es que el cirujano haga estas operaciones, sino que los japoneses se lo crean. Creer que el destino se arregla en un pabellón, implica una sociedad enferma. Pero, ya sabemos, Japón es así. J
l Aún no se sabe si la operación a las líneas de la mano resulte efectiva para cambiar un destino. Lo que sí es verídico es que para la quiromancia cada herida o nueva cicatriz que aparezca en la mano aporta un cambio genuino en la definición del futuro. Habría que probar un tratamiento del doctor Matsuoka.