Dramas de discapacitados para votar en las escuelas
Pese a tener capacidades distintas, Guillermo, un vecino de la Pedro del Río, se movilizó hasta el centro de Conce para cumplir con lo que él considera como un deber cívico. Entró al Colegio Bío-Bío, de calle Chacabuco, pero llegar a su mesa le resultó imposible en su silla de ruedas. Como es un equipo eléctrico y pesado, no había forma de llegar, por lo que personal del Ejército y los vocales de mesa debieron trasladar la urna y la cámara secreta hasta el hall del establecimiento.
Guillermo comentó sentirse disminuido y descartado del proceso por el mal rato que le tocó vivir. Según contó a La Estrella, "no es la primera vez que pasa. Lamentablemente, los locales tienen una serie de barreras que impiden que personas como yo puedan votar. Antes sufragaba en el Estadio Municipal y allí era peor todavía. Tenían que subirme en brazos hasta el tercer nivel".
Según agregó, "espero que en el futuro, se puedan organizar las elecciones de una forma en la que se integre a quienes tenemos capacidades diferentes. Porque el problema que hoy me hizo esperar y sentirme mal, lo sufrieron cientos de personas quienes, de seguro, también lo pasan terrible a diario".
Mientras tanto, en el liceo Enrique Molina Garmendia, en calle Aníbal Pinto, abuelitos y votantes con otras capacidades celebraron la inclusión de un montacargas en el proceso. Sergio Paredes, quien también llegó en una silla de ruedas, comentó que "la última vez que vine estaban arreglándolo, pero me parece muy bien que piensen en quienes tenemos problemas para desplazarnos". J
l En la escuela Villa Acero, en las votaciones pasadas el ascensor falló y por eso este local debió ser reacondicionado para que no se ocuparan los tres pisos, sólo los dos primeros. Pero aún así, María Angélica Sepúlveda, delegada de la escuela, manifestó que dos personas que se trasladaban en silla de ruedas, no pudieron votar, poque sus mesas estaban arriba.