La nueva maternidad va tomando fuerza
Cada vez son más las mujeres que se olvidan de los clichés y se entregan a una crianza más natural y respetuosa.
l Claudia Carvajal R.
Le dicen la nueva maternidad, porque las mujeres asumen de otra manera la crianza de los hijos. Optan por métodos más naturales y quieren vivir la experiencia bien pegaditas a sus bebés. Aunque eso muchas veces signifique cambiar completamente sus vidas, para estar la mayor cantidad del tiempo con ellos.
Surgieron así nuevos conceptos como el apego, el porteo, el parto natural y el yoga prenatal. Y, junto con ello, comenzaron a aparecer servicios y productos especiales para estas nuevas mamás, que se caracterizan por ser más mateas y busquillas, especialmente si se trata de conseguir elementos que les permitan disfrutar y criar mejor a sus pequeños.
Que las mujeres postergan cada vez más la maternidad hoy no es novedad. Optan por realizarse en otros ámbitos de la vida antes de decidir quedar embarazadas. Pero cuando lo hacen, son cada vez más las que se comprometen a concho. Se leen todos los libros; van a charlas y talleres para prepararse para el gran día; o asisten al yoga prenatal, que les da la posibilidad de ejercitar su cuerpo, les ayuda a respirar mejor y a conectarse con ese nuevo ser que crece dentro de ellas.
Jéssica Espinoza es actriz y cuando estaba viviendo en Barcelona, el embarazo la tomó por sorpresa. Ella era de las que nunca tuvo en mente ser madre y sus estudios siempre fueron lo primero.
"Cuando quedé embarazada se me removió todo, me replanteé muchas cosas. Yo que me negaba a la maternidad me di cuenta que era todo mental, que en el fondo son miedos que uno tiene y se inventa excusas", cuenta.
Fue ahí que comenzó a interesarse más en el tema, en qué pasa con las mujeres en el período de gestación: "Por qué tantas mujeres no lo pasan bien durante la gestación, mientras otras sí lo disfrutan mucho. Empecé a notar que había un tema muy profundo y desde ahí surgió lo del yoga prenatal. Yo siempre estudié yoga y en ese momento quise aprender esta otra técnica", explica.
Así se dedicó completamente al yoga prenatal, a estudiar qué pasa durante la gestación. En sus clases no sólo enseña asanas, mantras y técnicas de respiración y relajación; también es un momento donde las futuras mamás se contienen unas a otras, comparten experiencias, miedos y también frustraciones.
"Mi interés es que las mamás se conecten con su ser de luz y con su cuerpo. Cuando eso pasa, el cuerpo empieza a responder, a crujir, a expresarse", detalla.
La clase se transforma en un momento madre e hijo. Y los beneficios son muchos, según explica Jéssica Espinoza: "La clase es un espacio 'nutritivo