Vecinos vieron con horror cómo se acercaba el fuego. Decenas de familias evacuadas.
l Andrea Neguiman Pozo.
Miedo y una gran preocupación causó el incendio forestal que se localizó durante las horas de ayer, en el sector Coroney, en Tomé. Alrededor de 30 familias residen en el lugar, las que tuvieron que ver en carne propia cómo sus propiedades eran amenazadas por el descontrolado fuego. "El incendio llegó cerca de las tres de la tarde, cuando el viento cambió de dirección", indicó el vecino José Manuel Camaño.
Los residentes, frente a este horrible escenario, decidieron evacuar el lugar. Sin embargo, un grupo de seis hombres quiso quedarse para realizar un cortafuego para tratar de proteger sus viviendas. "Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que no se quemen nuestras cosas que tanto nos han costado", indicó muy afligido uno de los pobladores. Es así como a punta de palas y sierras eléctricas trataron de controlar la situación.
Uno de los sentimientos que primó entre los habitantes del sector durante el transcurso de la jornada, fue la impotencia de ver cómo parte de sus siembras fueron arrasadas por las llamas.
Para la familia Medina Camaño, la situación que enfrentaron se agravó debido a la crisis de llanto que tuvo uno de sus hijos, quien se encontraba inmovilizado debido a una fractura de pierna. "Juanito está muy triste, ya que está enyesado y no nos puede ayudar a sacar nuestros bienes. Lo que más lamenta es que su quebradura se la realizó en un beneficio de un vecino para su tratamiento de cáncer, sin saber que ahora sería a él a quien tendrán que ayudar", enfatizó María Camaño.
Así mismo se sintió Abraham Fuentealba, ya que tras horas de búsqueda de su apreciado buey por las laderas del cerro, no lo pudo encontrar. "Fui para todas partes, pero no lo pillé. Ojala que las llamas no lo hayan alcanzado. Me daría mucha pena que su muerte haya sido así", indicó el hombre.
Un caso aparte fue el que protagonizó Luis Camaño, quien tuvo un enfrentamiento verbal con personal de Carabineros, señalando que no le permitieron ingresar hasta el sector de su vivienda. "¡Yo sólo quiero ir a verificar si mi madre salió de la casa!", clamaba con desesperación. "Me llamaron para avisarme de lo que sucedía a mi trabajo en Talcahuano. Me vine inmediatamente, pero no me dejan pasar. Estoy desesperado, ya que mi mamá no se puede movilizar sola", indicó el residente, quien después de algunos minutos pudo comunicarse con su familiar.
Pese a la gran ayuda que otorgó Elías Mella, no pudo proteger las siembras de su mejor amigo. Con lágrimas en sus ojos reveló que ambos trataron de hacer todo lo posible para que las llamas no alcanzaran el trabajo de su compañero, pero que nada sirvió.
De acuerdo a lo que informó la alcadesa de Tomé, Ivonne Rivas, el municipio está entregando alimento a todas las familias que han sido afectadas con el siniestro. Asimismo agregó que "existen 17 familias en el alberge que se habilitó en sector Bellavista".
La autoridad expresó a La Estrella que se está realizando un catastro para determinar las pérdidas sufridas por los vecinos producto del gran siniestro. J
l Pese a las preocupaciones de los vecinos de Tomé, el director de la Onemi regional, Gonzalo Arroyo, indicó que hasta el cierre de esta edición no existían viviendas afectadas en los incendios forestales ocurridos en Punta de Parra y Coroney. Asimismo, puntualizó que en control de los siniestros están trabajando alrededor de 100 personas, entre ellos, personal del Ejército, Bomberos de las diferentes compañías de la Provincia de Concepción, funcionarios de la Conaf y de la Onemi.