El C-Boom o Pandora ha desplazado en el último tiempo al LSD. Además, los laboratorios ilegales han aumentado.
l Carolina Collins
La preocupación por el ingreso de drogas sintéticas a Chile aumentó, luego de que un joven de 22 años falleciera por intoxicación. Actualmente, se está investigando qué tipo de droga fue la que consumió el fallecido Felipe Gálvez, quien se encontraba en una fiesta en Lo Prado, en Santiago, la noche del martes.
Frente a la proliferación de diversas drogas sintéticas, Chile ha forjado lazos de cooperación con la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, con la ONU y con el símil del Instituto de Salud Pública de Canadá para poder detectar antes las drogas sintéticas que podrían ingresar a Chile, según informó el ISP.
Boris Duffau, jefe de análisis de drogas del ISP explicó a La Estrella que en el último tiempo han ingresado a Chile 33 derivados del químico feniletilamina, entre ellas el C-Boom, una droga sintética que también ha llegado bajo el nombre de Pandora o NBOMe. Según la directora del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Francisca Florenzano, en "las últimas semanas se reportó un aumento en la existencia de laboratorios clandestinos que está produciendo estas drogas en Argentina".
La directora de Senda advirtió que históricamente las drogas sintéticas llegan desde el extranjero, pero que en los últimos meses "hemos visto que se han desbaratado laboratorios clandestinos y eso nos dice que es una actividad que se está asentando en el país". Por esto, para Florenzano, "las policías tienen que estar muy alerta a la producción en Chile". Sin embargo, desde el ISP explicaron que la mayoría de los laboratorios locales se enfocan en convertir pasta base en cocaína.
Según Duffau, el C-Boom es mucho más potente que el LSD. Tanto así que mientras en 2012 decomisaron 2.662 dosis de "ácidos", en 2013 fueron 2.432 de C-Bomm. Según el experto, la mayoría de las dosis son originarias de países como Holanda y Alemania.
Duffau también advirtió que no hay ninguna diferencia visible entre una dosis de LSD y una de C-Boom, lo que es un peligro para quienes lo consuman, porque su efecto es más peligroso.
Según el experto, el C-Boom puede costar ente 12 y 15 mil pesos, por dosis y su efecto alucinatorio puede llegar a durar 12 horas.
Francisca Florenzano, explicó que si bien el consumo de drogas sintéticas "no es tan grande en Chile", el peligro está en que "son drogas ligadas a la recreación" y en que la gente sabe muy poco sobre sus efectos. Para la directora de Senda, el foco debe estar en "informar y educar con más fuerza a la población". Esto porque existe mucha ignorancia en torno a estos químicos, que al llegar en formato de pastillas "la gente siente que se está metiendo a la boca como un medicamento y en verdad no saben qué se están metiendo al cuerpo", dijo Florenzano. Además, advirtió que "lo que está dentro de esa pastilla es el gran enigma" y que incluso se ha visto que contienen talco y fecas de ratón. J
Entre los efectos de las drogas derivadas de la feniletilamina, el experto del ISP, Boris Duffau indicó que se presenta "agitación excesiva, hipertensión, taquicardia y hasta un paro cardiorrespiratorio", lo que podría causar hasta la muerte. Duffau agregó que también han registrado casos de crisis de pánico, alucinaciones y delirios de persecución. El experto añadió que los efectos del C-Boom pueden ser hasta 10 veces mayores que los del LSD.