Los planes de convivencia escolar ayudarían a prevenir el bullying
Experta en educación propone un protocolo que se dedique a fomentar una buena relación entre compañeros.
l Familia
Hace un par de semanas que comenzaron las clases y poco a poco los niños establecen las primeras relaciones con sus compañeros. En este proceso de conocimiento puede también surgir el bullying o violencia escolar. Un tema complejo, pues involucra a toda la una comunidad educativa, y principalmente al estudiante que es víctima de este acoso.
La directora de la escuela de Educación de la UST Concepción, Luz Jara, explica que es importante considerar que este tipo de interacciones "se caracterizan por una asimetría o desbalance de poder de uno o más alumnos en contra de otro que es víctima de su hostigamiento y cuya manifestación se da a través de agresiones verbales, físicas o psicológicas, que generalmente se reiteran".
El término "bullying" proviene del vocablo inglés "bull", que significa toro; animal asociado a una figura de fuerza y superioridad, que sería aplicada en las relaciones de predominio de poder de uno sobre los demás. Una realidad a la que ningún estrato socieconómico está ajeno.
En este sentido, la académica recalca la necesidad de que cada establecimiento, reciba o no subvención del Estado, ponga en marcha un Plan de Gestión de la Convivencia Escolar. "Esta suerte de protocolo, debiera contener las tareas necesarias para promover la convivencia y prevenir la violencia escolar, estableciendo quiénes serán los encargados de fomentarla, cuáles serán sus prioridades y formas de evaluación, como aspectos fundamentales. Este documento debiera ser además conocido por todos los estamentos de la comunidad educativa y quedar por escrito para que quienes se integren a los equipos sepan cómo actuar".
Plantea además que el Plan de Gestión debe ser elaborado en coherencia y directa relación con las normas de convivencia establecidas en el reglamento, principios y valores consagrados en el proyecto educativo. "Esto implica que todo padre, madre o apoderado no solo puede, sino que debe conocer la misión del establecimiento donde estudian sus hijos".
Respecto a este último punto, Luz Jara es enfática en llamar a los padres y apoderados a poner atención en los niños y adolescentes, pues "si bien es rol de los establecimientos educacionales velar por la formación integral de una persona, somos los padres quienes debemos asumir la responsabilidad como primeros educadores, y tenemos la obligación de cuidar y proteger a nuestros hijos, brindándoles la posibilidad de conversar y comunicarse, compartir sus actividades y ser parte de sus vidas".
Finalmente, recordar que ante una situación de este tipo, lo primero es tomar contacto con el profesor jefe o la dirección del colegio. Si eso no funciona, la Superintendencia de Educación Escolar recibe las inquietudes (supereduc.cl). J
l El niño podría manifestar cambios de humor y de comportamiento, tornándose más irritable.
l Podría mostrarse depresivo, aislarse, con trastornos del sueño.
l También se puede somatizar a través de dolores de cabeza, de estómago, nauseas.
l Es muy común que sus útiles escolares y pertenencias empiecen a llegar rotas o dañadas del colegio.
l Lamentablemente empezará a aparecer con golpes, rasguños, mordiscos, cachetadas; dirá que fueron caídas accidentales.
l El niño víctima de bullying no querrá salir a jugar en el colegio, ni relacionarse con los compañeros.
l Inician con el uso de alcohol y otras sustancias.