l Manuel Muñoz González

Muchos se extrañaron de que en el pasado encuentro entre Huachipato y la Universidad de Concepción en el CAP, el delantero acerero Juan José Morales no apareciera siquiera en el banco de suplentes, lo que para algunos fue interpretado derechamente como una decisión técnica por parte de Mario Salas.

Pero nada de eso, pues mientras sus compañeros estaban concentrados en la previa del choque ante el Campanil, el transandino agarraba el primer avión que partió a Santiago para estar con su mujer en uno de los momentos más complicados de su vida.

Flaviana, su pareja integrante del grupo Axé Bahía y representante del jugador, sufrió un infortunio con uno de sus implantes de silicona, y debió ser intervenida de urgencia en una clínica capitalina, obligando de paso a J.J. Morales a abandonar la concentración metalera.

"Entrené el jueves, cuando dieron la citación. Luego mi señora me habló que se sentía muy mal, si por favor podía venir. Ese mismo día hablé con Mario (Salas). Ahí agarré un avión y me vine a Santiago. Un susto tremendo. Me preocupé mucho. Como todo marido, estando lejos, yo en Concepción, ella con mis hijos en la capital, imagínate, si bien estamos algo cerca, a la vez en ese momento es estar muy lejos", dijo desde Santiago el jugador, destacando el apoyo y la comprensión en todo momento de la dirigencia y del cuerpo técnico metalero.

"Gracias a Dios el profe Mario me dijo que me tomara los días que fueran necesarios, que estuviera tranquilo, la dirigencia se portó muy bien, fue muy importante su comprensión y apoyo", agradeció el argentino, ya más tranquilo luego de que la operación de su mujer saliera bien, pese a que tuvo que aguantar más de cinco horas fuera del pabellón, tiempo que duró dicha intervención. "Cuando me dijeron que había entrado a pabellón ni me fijé donde iba a estar ni en qué clínica, sólo quería que estuviera bien", remarcó Morales.

La brasileña contó a La Estrella lo ocurrido con su implante mamario izquierdo, y lo que venía sintiendo hacía varios días. "De pronto me di cuenta que algo andaba mal con la pechuga. Sentía mucho dolor y estaba rígida. Una amiga me contactó con el médico especialista. Tras una serie de exámenes descubrimos que la prótesis estaba rota, estaba deforme, así que hubo que intervenir y extraer las dos", contó la rubia, luego de ser dada de alta y con cuidados extremos en su residencia en Santiago.

La capa del Axé reveló que lleva más de diez años con sus implantes de silicona, y nunca pasó por su cabeza que ocurriría algo así, afirmando que el problema no fue la calidad de la prótesis, sino que, según le explicó su médico, obedece al rechazo de su propio cuerpo. "El cuerpo de cada persona funciona de forma distinta en relación a la aparición de un cuerpo externo. Se protege, crea una especie de cápsula y la aprieta", añadió, lamentando lo ocurrido y remarcando que "mis prótesis eran buenas, de buena calidad. Pensé que jamás las cambiaría. Tuve dos hijos, los amamanté a ambos, nunca hubo un problema", aseguró Flaviana, cuyos 340 centímetros cúbicos fueron reemplazados por otros el mismo viernes.

Pese al dolor que dice sentir aún, la bailarina ya está más tranquila, recuperándose y devolviendo al Huachi a su esposo y delantero argentino. J

l Pese a este angustiante momento, el delantero espera volver a concentrarse en su club y ponerse en onda para aportar el fin de semana en el duro apretón ante Universidad de Chile en el CAP. "El partido ante la UdeConce era muy importante para nosotros, pero me tuve que venir de urgencia para estar al lado de mi mujer. Pasó el susto. Vamos a buscar los medios para que ella esté bien atendida. Ahora espero volver a lo mío, y concentrarme en el partido contra la 'U' que va a ser muy importante", dijo Morales.