Pasó la noche despierto y recibió algunas visitas. Por la tarde, el jugador que pateó un lienzo de la "U" asistió a un centro de justicia. Vecchio lo defiende: "Es un chico de buen corazón".
l Roka Valbuena
Jason Silva pasó la noche confesando que estaba arrepentido. Reveló que no se dio cuenta de lo que hacía y actuó cegado por la euforia. Le dijo eso a su madre, que le llevó comida, y a Juan Gutiérrez, que le llevó conversación. No tuvo ningún arranque de histeria ni tampoco lloró. Dedicó la noche a estar con los ojos abiertos, repasando el error, y a esperar lo que tuviera que suceder. Durante la mañana lo visitó Aníbal Mosa, vicepresidente de Blanco y Negro y le dio un poco de respaldo corporativo.
"Llevo cuatro años en el fútbol, pero nunca había visto a Carabineros adentro de un camarín", comentó Mosa a la salida. Luego el dirigente disparó sin sutilezas contra Johnny Herrera, que tildó al jugador albo de delincuente: "El delincuente es él porque atropelló y mató a una persona". A las 13.35 horas tres carabineros secundaron a Jason Silva hasta un furgón que lo debía trasladar a un centro de justicia. Nadie le pudo ver la cara, se la tapó con el brazo y una polera.
En este torneo Jason ha estado pocos minutos en la cancha, pero, por lejos, ha sido el que más gravitó fuera de ella. Un stock de patadas a un lienzo de la "U" lo tienen al borde de una condena y en el centro de todos los debates. Todos lo dicen: Silva es culpable.
"La Anfp solicitará al Tribunal Autónomo de Disciplina que proceda a la brevedad posible y aplique las sanciones que contemplan nuestros reglamentos para este tipo de situaciones", emitió la Anfp en un comunicado.
Mosa, por su parte, ya lo había advertido: "Vamos a tomar medidas internas". A Silva lo juzgarán los tribunales de justicia, los tribunales disciplinarios del fútbol y su propio club. Todo indica que el hombre que apenas llegó a Colo Colo señaló conmovido "¡Cumplí mi sueño!", está solo.
Hoy Jason Silva, apodado el "Brígido" está formalizado y deberá firmar mensualmente mientras dura la investigación. Nadie sabe qué pasará con él. Lo que ya es claro es que será un pionero. El primer futbolista juzgado por la ley del Estadio Seguro. J
l Algunos jugadores colocolinos interrumpieron su lunes de descanso para enfatizar que Silva es una gran persona. "Es un chico de buen corazón. Es un chico con buenos sentimientos. No tomó conciencia de lo que estaba haciendo", dijo Emiliano Vecchio. Los jugadores requeridos del plantel han dicho que Silva estuvo mal, pero para todos, Jason tuvo un arrebato más apasionado que delictivo.