Hacer un negocio entre sus pares es una ventaja para tener más dinero.
l Camila Infanta S.
Se tiende a pensar que sólo los adultos o los adultos mayores son buenos para ahorrar. Y la verdad es que no. De hecho si los gastos responsables comienzan antes de tener más salidas es tanto mejor, pues se podría pensar en un futuro mejor. Por ello, especialistas aseguran que si ya tienes 20 años e ingresos bajos de trabajo de media jornada o de mesadas de la familia, es el momento propicio para invertir el dinero.
Según aseguró el profesor de la Universidad peruana San Martín de Porres, Richard Díaz Chuquipiondo al sitio Peru21.pe, lo primero es apostar por la venta de productos que a la edad del consumidor compraría.
"Por ejemplo, puede comercializar poleras con un determinado estampado, o maquillaje que ya probó y sabe que las jóvenes de 20 años, o sus amigas, también usarían", sugiere.
Para el experto, una de las ventajas que tiene este segmento de edad es que conoce el lenguaje de las personas de su edad y por ende armar un negocio es más cercano.
Otra de las alternativas de inversión, según comentó Díaz Chuquipiondo, es hacer de un negocio lo que tiene que ver con la salud, es decir, vender comidas saludables y así "es una buena manera de prevenir enfermedades que se presentan en el futuro", indica,
Una vez que, mediante diferentes negocios o ingresos de distinta índole, se logró juntar un monto de dinero, una opción para rentabilizar esa plata son los fondos mutuos de renta variable.
Este instrumento, que invierte en acciones, es una alternativa rentable a largo plazo, asegura Díaz y agrega que "si no se toca ese dinero por un determinado período, a los 25 años ya tendrá una buena ganancia".
Por eso, en este caso, la edad y la falta de grandes gastos también sería una ventaja. J
l Al igual que lo que sucede en personas más adultas, un joven debería ahorrar al menos un 20% de sus ingresos mensuales. Este dinero puede servir para tener un respaldo en el caso de que exista un gasto imprevisto. Siempre es mejor evitar las compras en crédito, más si no se conoce al detalle el interés.