Estudiantes solventan sus gastos trabajando en verano
l Paulina Morales Díaz
Estudiaron todo un año, y ahora, en temporada de verano, tienen que trabajar. Algunos, para darse sus gustitos, y otros para costear algunos gastos, como por ejemplo, pagar la universidad.
'Lo que reúno de este trabajo lo destino a mis deudas, a la matrícula y también para las mensualidades que van quedando de la universidad. El sueldo es relativamente bueno y me alcanza para eso', comentó Cristofer Aguilera, quien trabaja como salvavidas en Playa Blanca.
Este joven, al igual que tantos otros, durante el año estudia, en su caso Pedagogía en Educación Física, y en verano trabaja. 'Hace tres años que realiza esto, con el único propósito de cubrir mis gastos y también de trabajar en esto que me gusta porque tiene que ver con el deporte. El trabajo es bueno, súper entretenido, pero también sacrificado, porque hay que estar todo el día acá, y súper pendiente', aseguró.
Al igual que Cristofer, Claudio Riveros trabaja como salvavidas en la playa, pero hace sólo dos años. 'Yo estoy en cuarto de Sicología, pero también trabajo en esto durante los veranos. Igual hay un entrenamiento durante el año, pero en el verano es cuando se pone en práctica', señaló.
Como la mayoría de los jóvenes, sus ganancias las destina para sus asuntos personales. 'Lo que reúno lo utilizo más que nada para los gastos personales que existen. Lo otro se puede ahorrar también, y además para el tema de los estudios. En realidad a mí me gusta este tipo de trabajos, porque es un trabajo que tiene un fin noble, y además uno aprovecha de pasar el verano en la playa, que es el mejor lugar donde uno puede trabajar'.
Otro rubro en el que muchos estudiantes trabajan en época estival, son los restoranes. Principalmente en los que están ubicados en los balnearios, producto de la demanda de personal que se genera en ellos en esta fecha.
'Yo hace tres veranos que trabajo en el negocio de mi mamá, en esta época de verano. Porque durante el año me dedico a estudiar', explicó Javiera Venegas.
Esta joven partió a los 15 años trabajando en los veranos, con el sólo deseo de no depender monetariamente de sus padres. 'Con esto yo tengo mi propia plata y no tengo que andar pidiendo para nada. Puedo salir y gastar lo que quiero. En un mes me puedo ganar como $150 mil', indicó.
Sin embargo, este año, el motivo por el cual Javiera trabaja es para poder prepararse mejor para la universidad. 'Estoy trabajando acá, en donde me dedico a atender las mesas afuera y también a veces en la caja, para poder juntar plata para pagarme un preuniversitario este año, porque mi deseo es poder entrar a estudiar a la universidad el próximo año', indicó.
En tanto Rodrigo Palacios, también trabaja todos los años en este mismo rubro. Ahí, en el restorán, durante todo el día se dedica a atender a la gran clientela que por estas fechas visita la playa. 'Es sacrificado trabajar en la playa, por el calor sobre todo. La gente a veces cree que es entretenido estar aquí, pero no. Yo no he ido a bañarme a la playa desde que llegué aquí. Estoy todo el día metido acá', relató.
Sin embargo, a pesar de ello, aseguró que este trabajo por supuesto también le trae sus beneficios. 'Acá nosotros ganamos un buen sueldo, y eso me sirve para costear los gastos de la casa, como pagar la universidad, y también los pasajes. En definitiva nos da para vivir. Este tipo de trabajos ayuda mucho, y además en el verano se gana mucho más. Sobre el sueldo mínimo', destacó.
En la misma línea de los trabajos de verano, el más común es el de modelo y promotora, área en la cual muchas jóvenes estudiantes trabajan y, según cuentan, ganan muy bien.
Camila Gajardo, quien actualmente cursa segundo año de Nutrición y Dietética, es una de ellas. 'Yo trabajo en teams desde los 15 años, y este año también lo estoy trabajando. Todos los veranos me dedico a esto porque durante el año no me da el tiempo por los estudios', contó.
La modelo y futura nutricionista, también es mamá, lo cual la motiva a trabajar más en estos meses de vacaciones. 'Yo trabajo principalmente para salir de vacaciones con mi hijo, y para tener yo mis cosas, porque aunque vivo con mis papás soy independiente'. Sobre lo que gana, agregó que 'a las promotoras nos pagan bien. Como unos $25 mil diario. Y a las anfitrionas desde $45 mil hacia arriba'
Karen Ramírez, quien también se desenvuelve en este ámbito, pero como anfitriona, señaló que 'siempre que he tenido tiempo libre me dedico a esto. Pero en el verano obviamente tenemos mucho más tiempo por las vacaciones. La plata que gano la utilizo para vacacionar y para darme mis gustos, porque soy muy independiente, y no me gusta pedirle plata a mis papás'.
Un trabajo distinto, pero no menos valorable, es el que realizan Alejo, Juan y Gustavo. Estos tres estudiantes se dedican durante el verano a reparar bicicletas en el taller Rocinante Cleta, en el cual reciben en promedio $20 mil diario.
'Creo que esto es una buena opción porque recibes tu plata y también matas el tiempo. Por mi parte, yo estoy trabajando porque yo práctico remo y necesito comprarme mis alimentos e implementos', contó Juan Schnaidt.
Alejo Gallegos, dueño del local, manifestó que 'los chicos agradecen mucho la posibilidad de aprender y de recibir sus lucas. Porque el trato con ellos aquí es súper honesto. La mitad del trabajo de reparación de bicicletas se los llevan ellos'.
Los estudiantes que en el verano opten por algún empleo, al igual que cualquier trabajador, deben tener contrato. Así lo explicó el seremi de Trabajo y Previsión Social, Iván Quintana: 'Los contratos son idénticos a los de los trabajadores normales. No hay ninguna diferencia. Aunque sean estudiantes y por un solo día de trabajo igualmente requiere contrato'.
En tanto, Leocán Oportus señaló que 'nosotros hacemos un llamado a los jóvenes a que tienen que tener contratos independiente del tiempo que trabajen. Sea una semana o un día. Nosotros acá tenemos abogados para que ellos puedan asesorarse'. J