Vecina llegó chocha a la meta con Érika Olivera
l Juan Fariña López
Emocionada estaba ayer Antonia Guzmán, corredora de la prueba de los 10k de la Medio Maratón de Talcahuano. La lluvia de flashs y aplausos que recibió al momento de finalizar la extenuante prueba la pillaron volando bajo. La situación lo ameritaba, y no era para menos, ya que la oriunda de Las Salinas tuvo el privilegio, con un poco de suerte, de cruzar la meta con la mismita Érika Olivera, ganadora de los 21k.
Si bien, ambas participantes no se habían visto ni en pintura durante la corrida, la maratonista multicampeona tuvo el bonito gesto de abrazar a la chorera, dándole un empujoncito final de lujo para culminar la carrera bajó el intenso sol del puerto frente al Estadio La Tortuga.
Gran regalito
"Que mejor que te den un impulso así y más encima alguien tan importante. Nos encontramos al final no más, cuando quedaban unos 10 metros. Igual me sentí como si ganara la competencia", comentó.
Sobre la maratón, la contenta modista expresó que "me sentí excelente saliendo a correr después de estar sentada toda semana en el trabajo. Uno se pone muy sedentaria".
Antonia, además de ser runner, se las trae con otras disciplinas. "También hago artes marciales, llegué hasta cinturón azul no más", apuntó.
Pese a que su marca de 1 hora y 6 minutos en los 10k no estaba en sus expectativas, quedó conforme y reconoció que cuando salió el sol se le acabó la chispa.
"Me cansé más rápidamente, es que estoy acostumbrada a hacer carreras nocturnas", finalizó. J