cronica@estrellaconce.cl

Carlos es un ex ladrón internacional con 40 años de experiencia. Su nombre es de ficción, ya que debemos proteger su identidad pues, lo que contará, es secreto "profesional".

Su especialidad consistía en entrar a casas o edificios sin ser detectado. Era el mejor: no demoraba más de cinco minutos y sólo una vez fue descubierto. Se autodenomina "ex profesional de la vieja escuela", es decir, robos planificados, utilizando todo el ingenio y sin recurrir a la violencia.

A saber, según la Subsecretaría Prevención del Delito, durante el 2014 en Concepción los casos policiales aumentaron en un 11,4%.

CONSEJOS

En 2013, Carlos conoció " la palabra del señor" y hoy " vive para Cristo". Siente que debe devolverle algo a la sociedad.

Sus consejos son directos. A tomar nota: "Yo le digo a todas las personas que piensen que en cualquier momento los van a asaltar o robar, porque los ladrones están en todas partes".

"Las puertas más gruesas son las más fáciles de abrir. Las de aluminio y con vidrio las más difíciles. Si se rompe, meten boche y tienen que arrancar. No gastaría dinero en empresas de seguridad. Esos roban tu plata. ¿ Conoces algún dueño de esas empresas que las usen?. Un buen ladrón entrará igual", aseguró.

Lo otro: "La gente guarda todo en la pieza principal, las joyas, todo lo de valor. En los veladores, la cómoda, el ropero", dijo convencido.

Nueva escuela

Amparado en la fe, ve la nueva generación de delincuentes con lejanía. "Antes lo hacíamos por una necesidad, porque éramos pobres", explicó.

"Si las personas normales están más violentas, imagínate a un ladrón actual. Hace poco me contaron que entraron a robar a una señora y le acuchillaron todas las piernas", aseguró extrañado.

"Hoy no hay método. Uno ve salir a tres o cuatro cabros en un auto y van a ser violentos no más. Salen de la población a buscar dinero para conseguir droga. Operan sólo por lo que ven. Es que se fijan en un auto bonito y altiro lo asocia con el dinero. Ve a una mujer con una cartera y lo asocia a cosas caras. No hay un trabajo de fondo", añadió el hombre.

"A veces se equivocan y se van altiro a otro sector", contó. De ahí lo peligrosos que son, algunos de ellos menores de edad, que atacan por impulso.

Aseguró también que "ya no tienen método. Ya no marcan casas y si lo hacen es sólo para enviarle un mensaje a otro grupo que ya estuvieron por ahí o que es su territorio".

Vieja escuela

Su primer hurto fue a los 10 años en la población donde creció y el último en un país europeo durante el 2013. Recorrió el viejo mundo haciendo "golpes". "Mis últimos dos años han sido los más patos, sin muchos pesos, pero los más tranquilos. Antes tenía al diablo metido. Ahora estoy con Cristo", aseguró.

Carlos era de otra escuela, donde "robar era un arte" y había una planificación. Aún quedan, son los que hacen grandes robos.

Pasos del ladrón

El hombre explicó los cinco pasos que seguía para ser un buen ladrón. Primero: analizaba el entorno y marcaba la casa con la finalidad de detectar si hay alguien. El método del sobre era efectivo.

Segundo:arreglarse. Verse bien. Ser uno más del sector residencial.

Tercero: entrar si ser detectado y tener el talento de abrir cualquier puerta con la cerradura que sea.

Cuarto: no demorarse más de cinco minutos dentro de las casas. J