l Violeta Bustos
La deserción escolar fue medida por un informe reciente del Observatorio de Niñez y Adolescencia de Chile, llamado Infancia Cuenta, el primero que realizan sobre el tema y el cual arrojó que hasta el año pasado siete de 100 niños en Chile dejaron la enseñanza básica, mientras que 11 de 100 adolescentes hacen lo propio con la secundaria . Esto, considerando un universo cercano a 3.400.000 matriculados a nivel nacional, según cifras del Mineduc.
En general, en Chile, las cifras de deserción están bajo los promedios críticos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Sin embargo, desde el Gobierno se han impulsado medidas que buscan combatir el excedente de alumnos que se encuentra en situación de abandono de su establecimiento. Uno de ellos es el bono pro retención escolar para escuelas subvencionadas, que va a niños de séptimo a cuarto medio.
estar atentos
Las cifras oficiales disponibles al respecto aportan información sobre diferencias de género, en que las tasas de deserción escolar masculina llegan al 3,3% y son superiores a las observadas en mujeres: 2,7%, lo que se encuentra posiblemente relacionado con la mayor empleabilidad que presentan los grupos masculinos, según el estudio.
La Fundación San Carlos de Maipo es consejera técnico del informe. Marcelo Sánchez, gerente de la instancia, señaló que las cifras "adquieren mayor gravedad en estratos de menores ingresos" y que además, los resultados evidencian las brechas territoriales.
Ante eso, en la fundación promueven el Sistema de Alerta Temprana (SAT) para detectar oportunamente a escolares en riesgo de desertar. El modelo, en aplicación en colegios municipales de Peñalolén, consiste en un seguimiento automático de las inasistencias, lo que activa a una red de profesionales que intervienen los casos que se ameriten.
El sistema, aseguró, ha beneficiado a más de 7.000 escolares y disminuyó en promedio 37% la deserción y aumentó la asistencia en 79%.
Manuel Sepúlveda, director de políticas educativas de Educación2020, coincidió en que este fenómeno "se concentra en sectores vulnerables y en alumnos con dificultad de selección, repitencia y expulsión".
A su juicio, las medidas gubernamentales sobre la materia no han tenido gran impacto. Entre los motivos que impulsan esta decisión, señaló, están generalmente la necesidad de trabajar, embarazo adolescente, desánimo, o colegios que no se ven como un lugar acorde para las inquietudes de los alumnos. Por esto, explicó, es tan relevante el apoyo de los docentes, quienes deben detectar posibles casos de riesgo. J