Felipe Placencia Soto
Ocho días cumplieron los mineros de Curanilahue bajo tierra en la mina Santa Ana, a la esper a que la empresa SW Curanilahue les dé una respuesta frente a los sueldos impagos que reclaman, que bordearían los 400 millones de pesos. Ayer, en una manifestación frente a la Catedral de Concepción, los trabajadores aseguraron que seguirán bajando aun más dentro del yacimiento como medida de presión.
"Si no tenemos una solución nos vamos a introducir más al interior de la mina, donde hay más peligro de gas, donde hay más humedad, más agua", aseguró uno de los mineros que protestó en las afueras de la Catedral, donde fueron recibidos por el arzobispo penquista, Fernando Chomalí, acompañados por el senador Alejandro Navarro.
"Nosotros estamos reclamando nuestros sueldos, nada más. Estamos a 700 metros y queremos bajar a mil metros, donde hay más gas. Una leve chispa y explota toda la mina y nos morimos los 73 que estamos en la mina. El gobierno estará esperando sacarnos en urnas. Estamos reclamando nuestro derecho. No pedimos limosna, es nuestro sueldo, que la empresa nos pague nuestras imposiciones", aseguró Gabriel Ferreisa, uno de los 73 manifestantes que ayer salió de la mina para protestar en Concepción.
"Son 400 millones de pesos más o menos que se adeuda", explicó el presidente del Sindicato de Trabajadores de SW Curanilahue, Luis Chandía, a la espera de que las reuniones sostenidas el martes con el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, junto a la ministra del Trabajo Ximena Rincón, lleguen a buen puerto y obtengan una respuesta a su demanda. J
Monseñor Fernando Chomalí calificó como "una vergüenza que no les paguen sus salarios y sus imposiciones", mientras el senador Alejandro Navarro emplazó al gobierno a tomar cartas en el asunto. Según detalló el dirigente Luis Chandía, a los trabajadores les deben dos meses de sueldo, once meses de cotización y seis meses de descuentos de créditos sociales y sindicales.