Cecilia Bastías Jerez
Catorce días al interior de la mina cumplen los trabajadores que se encerraron en protesta por salarios y cotizaciones impagas. De los 73 que iniciaron la protesta bajo tierra, uno fue sacado ayer tras sufrir una descompensación física. Y es que los riesgos a los que se exponen no son menores, y así lo pone de manifiesto el doctor Jean Romagnoli, quien estuvo a cargo del operativo médico en el rescate de los 33 en Atacama.
Ante esta situación, lo principal -señaló- es tener un monitoreo de la composición del aire, ya que una intoxicación les podría provocar la muerte. "Habitualmente con mayor temperatura y mayor humedad lo que más se espera son problemas en la piel y de mucosa, pueden deshidratarse fácilmente, por lo que la reposición de líquido debe ser más exhaustiva. Si están pernoctando ahí mismo puede morirse alguno", detalló el facultativo.
"En el caso de los 33, tenían varios problemas dentales, y sin contar los que tienen una enfermedad previa como diabetes e hipertensión", estableció.
Además, están los riesgos que representan el gas grisú y el monóxido de carbono que no tiene olor para ser detectado "a menos que se esté monitoreando constantemente. No sé si ellos bajaron con esos equipos o no. Sería importante hacerles llegar esos equipos porque una cosa es que hagan una huelga y lo otro que el cuento se vaya fuera de las manos y se mueran 10 por una intoxicación", afirmó el médico.
La peligrosidad de permanecer bajo la mina, puede ir desde el deterioro por los días, hasta la muerte de alguno de los manifestantes. "Podrían sufrir si no hay adecuadas condiciones de ventilación, algo que se llama narcosis por CO2, que es bióxido de carbono y que si no hay recambio de aire, yo me imagino que tienen condiciones adecuadas de ventilación porque ya llevan 13 días, pero los efectos son que se empiezan a quedar dormidos, Se pierde la capacidad de concentración y de toma de decisiones", indicó.
Además el médico encargado del rescate de los 33 mineros del norte estableció que probablemente los trabajadores de Chue se están moviendo poco en las condiciones de espacio que tienen. "Por eso cabría esperar algunas alteraciones a nivel muscular", señaló.
En el caso de la huelga de hambre, la situación empeora drásticamente. "Lo más probable es que las temperaturas sean algo elevadas al interior de la mina, eso eso hace que se acelere el metabolismo", explicó el doctor Romagnoli. J
"A los riesgo a la salud de los trabajadores bajo tierra, se añade el factor anímico. "Tenemos todos los días gente que está presentando problemas de salud, resfríos; hoy (ayer) venía un caballero descompensado para el hospital, pero lo más preocupante aquí es el estado de ánimo de los trabajadores", declaró el dirigente sindical, Luis Chandía.