Mario Saavedra Ponss

La denominada "Banda del Chapulín", compuesta por tres hombres y una mujer, esperó y siguió por varios minutos un camión repartidor de cigarrillos, a través de los barrios y pasajes de Lagunillas, en de Coronel. Iban armados, enmascarados y provistos incluso, de un inhibidor de señal telefónica para que ningún testigo pudiera pedir ayuda a la policía, una vez que esperaran al chofer.

Millonaria carga

El conductor del camión trasportaba más de 1.900 cartones de cigarros, avaluados en cerca de $30 millones. Además, la máquina contaba en su interior con una caja fuerte que contenía cerca de $11 millones más. Los cuatro individuos aguardaron hasta el mediodía. A esa hora, el chofer se detuvo frente a un local de la calle Volcán Puyehue para hacer una descarga.

De acuerdo a los antecedentes proporcionados por el subprefecto Christian Makuc, jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe) de la PDI, "los individuos encañonaron al trabajador que bajó del camión y mientras abría la puerta trasera, los tipos lo suben a donde estaba la carga. Dos entran con él mientras un tercer integrante de grupo entra a la cabina. Pretendían huir con el cargamento de cigarros, camión y caja fuerte, para luego dejar abandonado al conductor que tenían retenido".

Inhibidor de señal

Para reducir al funcionario, los sujetos estaban armados y enmascarados. Uno de ellos usaba una máscara de calavera mientras que otro de los encapuchados portaba un aparato inhibidor de señal. El artefacto tecnológico, cuyo uso es prácticamente inédito en la zona, buscaba bloquear todas las llamadas telefónicas en cerca de 20 metros a la redonda. De esta forma, si el conductor o algún testigo marcaba el número de Carabineros o la PDI, no habría forma de que pudieran conectar la llamada.

"Este aparato, tiene la función de que ni los celulares ni el GPS del sector puedan funcionar. Al mismo tiempo, los sujetos también portaban un spray para inutilizar rápidamente las cámaras de vigilancia", señaló el jefe de la Bipe, dando cuenta del nivel de preparación con el que contaban.

PDI estaba cerca

Sin embargo, ni con todo su aparataje la "Banda del Chapulín" pudo sospechar que la Policía de Investigaciones andaba muy cerca, casi pisándoles los talones, pues los detectives ya tenían conocimiento de ataques a camioneros.

Según explicó el subprefecto Makuc, "manejábamos antecedentes y denuncias sobre la presencia de una banda que se estaba dedicando al robo y asalto de camiones con cigarrillos en el sector. Sobre la base de eso logramos dar con el paradero de un vehículo que se movilizaba por el barrio en forma sospechosa, por lo que se les hizo un pequeño seguimiento hasta percatarse del asalto (…). Los sujetos actuaron en forma muy violenta".

Según se explicó, la detención fue prácticamente en el acto. "Una vez que comienza el seguimiento por parte de los detectives, en cosa de segundos logramos alcanzarlos y llegar donde ellos para conseguir su detección. En su poder se encontró el arma de fuego y una serie de evidencias", añadió.

Por su parte, el fiscal Julio Sánchez indicó que se investiga la participación del grupo en otros ilícitos. "Fiscalía sospecha que estos sujetos podrían estar involucrados en delitos similares. En ese sentido se están haciendo las diligencias para poder tener resultados al respecto", señaló.

Frente a los últimos cuatro asaltos similares, Sánchez indicó que existe una preocupación por parte del Ministerio Público, sobre todo por la violencia con la que se actúa frente a víctimas que no pueden encarar ni enfrentar un ataque armado como el perpetrado por la banda. J

Pese a toda la preparación de los sujetos, las cámaras de vigilancia ocultas en distintos lugares del camión lograron registrar, de igual forma, los rostros de los individuos. Con ello se lograría situarlos con certeza en la escena del crimen. El material será puesto a disposición del Ministerio Público en el marco de la investigación en contra de los cuatro imputados, pertenecientes a la banda que operaba en Coronel.