Ayudan al Viejo Pascuero con la lectura de las cartas que los niños llevan al correo de Conce
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Faltan pocas horas para llegue la Nochebuena y hoy son miles las personas que recorren las calles del Gran Concepción y de las áreas urbanas de la provincia de Arauco, para comprar regalos y adquirir los ingredientes necesarios para preparar una exquisita cena navideña.
Las principales arterias del sector céntrico de Concepción, por ejemplo, están atiborradas de personas. El comercio, a pesar de que según algunos locatarios está más lento que otros años, se puede apreciar con bastante movimiento.
La Casa del Viejo Pascuero, instalada este año a un costado del Odeón de la Plaza de la Independencia, recibe, tal como en otras oportunidades, las visitas de cientos de niños. La mayoría, según dijeron, le ha pedido al hombre de rojo, los típicos juguetes, pero de a poco, las clásicas muñecas, bicicletas y autitos, están quedando atrás al lado de los teléfonos inteligentes, las tablets y los notebooks.
Otro punto de la ciudad en el que se está trabajando a toda máquina es en el correo. En el edificio institucional, ubicado en la esquina de la avenida O'Higgins y calle Colo Colo, un grupo de voluntarias, todos los días, se dedica por horas a leer y clasificar las cartas que miles de niños le han hecho llegar al Pascuero. Ellas son las verdaderas "Ayudantes de Santa" que, con dedicación y cariño, ayudan a clarificar letras, subrayar, identicar los deseos infantiles y ponerlas a disposición de quienes lleguen hasta las oficinas de correos y cumplirles sus sueños.
Desde que se abrieron las puertas de Correos de Chile para recibir cartas, han llegado cerca de 2 mil misivas, de las cuales, hasta ayer mil 191 ya habían sido apadrinadas. De acuerdo a los organizadores, llegan un promedio de cien mensajes diarios.
El retiro de cartas se extenderá hasta el mediodía del próximo jueves 31 de diciembre. El depósito cerró ayer, porque para hoy está programada una fiesta navideña en el amplio hall de este citado inmueble.
Una de las ayudantes del Pascuero, oriunda del sector Baquedano de Concepción, señaló a La Estrella que los principales pedidos de los niños son celulares inteligentes, computadores y zapatillas. Otros, sin embargo, le piden a Santa Claus una sabrosa cena y canastas familiares.
Juanita Moena, Carmen Bello, Clarita Villarroel, Gilda Yáñez, Yolanda González, Catalina Cárdenas y Silvia Retamal coicidieron en señalar que, este año, una de las cartas que más les llamó la atención no fue la de un niño, sino que la de una abuelita. Ella, redactó en un par de líneas, sólo un deseo y ése era que sus doce hijos la llamaran más seguido por teléfono. Ella sostenía que sus chiquillos no eran malas personas, pero que si eran un poco dejados y que por eso le pedía al Viejo Pascuero que le ayudara para que sus muchachos se dieran cuenta de que su mamá los echaba mucho de menos.
Lo más curioso, según indicaban las ayudantes de Papá Noel, es que la carta sólo pedía que fuera leída por alguien. No habían antecedentes de contacto ni nada semejante.
Las galerías y los paseos peatonales del área céntrica penquista dan cuenta de un ambiente que está a full y a la espera de la llegada del Niño Jesús. Mientras ello sucede, el rápido caminar, el cargo de bolsas, tráfico y calor propio de esta época, llaman a buscar un espacio de reflexión y de pensar, un poco más, en ayudar al prójimo. J