Es goleador de día y garzón de noche
Carlos Paz Durán
Nació en Nacimiento hace 57 años, se crió en Renaico, estudió en Angol y en 1978 se radicó en Concepción.
Para Héctor Vega, la vida ha sido constante movimiento, no sólo por los numerosos cambios de domicilio durante su época de niño y adolescente, sino también porque como consumado centrodelantero amateur, está condenado a buscar una y otra vez el gol.
Y también porque en su oficio de garzón lo que más hace es caminar... y equilibrar "hasta ocho platos en una mano".
En las canchas, pocos lo conocen como Héctor, menos como Vega. Sí como "Yungay", apodo que se ganó tras trabajar durante años en el restaurante homónimo de Concepción, hoy ya inexistente.
En las canchas, este año "Yungay" hizo historia al consagrarse máximo artillero del Torneo Oficial de la Asociación Barrio Norte. La "gracia" la concretó vistiendo los colores de Unión Progreso en los años dorados, categoría reservada para mayores de 55 años de edad que da sus primeros pasos.
"Hice dieciséis goles en once partidos, más de uno por fecha (la serie desarrolló su competencia en el segundo semestre, y a una rueda entre los doce equipos que integran la agrupación), pero además aporté otros quince a los súper senior (mayores de 45 años), donde juego de refuerzo", afirmó el puntero, quien agregó que "lo mío es la velocidad, el oportunismo para anotar y el moverme por todo el frente de ataque".
En la categoría superior, Vega se hizo la América ante los arcos rivales no sólo por su facilidad para gatillar, sino también por el juego y sacrificio de sus compañeros. Él lo reconoce.
"El 'Pelao' Urra y el 'Zurdo' Regla son algunos de los casi 20 coequipos que tuve, todos guiados por Juan Gutiérrez", comentó quien también jugó en la cuarta especial de Malleco Unido, y ya en la zona por el desaparecido Unión Paicaví y El Esfuerzo, en el que permaneció durante 17 temporadas.
"El fútbol me ha acompañado toda la vida. Ha sido mi cable a tierra, más luego que en mayo pasado sufriera la muerte de mi esposa (Patricia Friz)", recalcó el padre de Ester, Sandra, Hans y Alejandro (los varones juegan por Concepción Norte, otro club que compite en la Asociación Barrio Norte).
Aparte del balompié y la facilidad para anotar, la bandeja de garzón es lo otro que "Yungay" siempre ha abrazado con fuerza.
Lo hará así esta noche en Llacolén, pues en plena celebración de Año Nuevo trabajará "de sol a sol".
"Es buena paga", afirmó. "Es una pega que en algo se parece a ser delantero: cuando hay un comensal catete, le hago la finta, lo eludo", sentenció entre risas. J