El Santo Paletas trae lo mejor de los helados hasta el paladar local
Cristian Brant quiso innovar en la heladería en la zona, creando su negocio que se caracteriza por contar con el modelo de las clásicas paletas mexicanas.
No hay nadie que se resista a uno, menos los chilenos. Es que después del pan, el alimento que más disfrutan en esta larga franja de tierra es el helado (y no solamente en verano). Así lo publicó el año pasado Euromonitor Internacional, que reveló que el país lidera el ránking en Latinoamérica con un consumo de 8,2 litros por persona al año. En lugares como Brasil es de 3,5 litros, y 2 litros en Argentina, por ejemplo.
Con esos datos, su experiencia en el rubro alimenticio y en su regreso a Chile, el penquista Cristian Brant quiso implementar algo novedoso en la zona. Fue así que pensó en las famosas paletas mexicanas, aquellas que son 100 por ciento fruta y que lejos de ser delgadas, tienen un grosor que dejan a todos encantados.
En noviembre pasado inauguró "El Santo Paletas" en San Pedro de la Paz y al siguiente mes lo hizo en el tercer piso del Mall del Centro.
"Trajimos estos helados, que son las paletas michoacanas. Decidí meterme en este negocio por ser diferente, que es el de paleta, por ser un producto natural, que va creciendo más. Además, importa el tamaño. Estas son paletas que pesan entre 120 y 130 gramos", dice.
De Luchador
¿Por qué El Santo? Según Brant como ésta es una paletería mexicana, pero por su origen, todas las que siguen este tipo tienen algún nombre alusivo a México como Acapulco, aztecas, hermanos o compadres, etcétera, acompañados con simbología mexicana, "nosotros decidimos poner El Santo, primero porque yo soy un santo... mentira eso no lo publiques, jajajá -bromea-. El Santo es un luchador muy conocido en México. No le pudimos colocar paletas porque ya había una con ese nombre. Quisimos hacer algo con un mono con una máscara de luchador, pero éstas son medio terroríficas. Se veía medio extraño un luchador con una paleta, como que no se podía. Le pusieron una sonrisa, quedó peor. A mi hijo se le ocurrió ponerle alas a la paleta para santificarla", explica.
De ahí, El Santo agarró alas y empezó a volar entre los paladares de los sampedrinos y vecinos de comunas aledañas que cayeron rendidos ante su sabor, del cual, como cualquiera, tiene su secreto, el que Cristian se niega a revelar. Eso sí, si explica cómo es el proceso de realización de las paletas.
"Queríamos algo diferente y me arriesgué con mucha dificultad. Es que hacer esto tuvo su dificultad. Como toda mi vida trabajé en la industria de alimentos, cuando vino el Servicio de Salud no me hizo ningún cambio y me dio al tiro la autorización. Mi gran preocupación es la higiene", parte contando Brant, quien es apoyado al máximo por sus hijos.
Con el lugar apto como fábrica, empezó a elaborar su producto con su chef Hans Puentes, donde usan fruta natural, nada de pulpa ni esencias, menos preservantes ni aditivos. ¿Resultado? Sabores intensos.
Según explica "el proceso es relativamente simple, aunque no es como meter el helado al refrigerador para que se congele, sino que tiene un proceso que va desde la higienización de la fruta, hasta su preparación para luego poner la mezcla en los moldes mexicanos".
"Lo que más queremos preservar es que la fruta quede íntegra, que se sienta. Pero no se puede congelar la fruta entera. Después viene el proceso de pesado, agregar lo que corresponde a la receta, se introduce al mixer. Esa solución va en los moldes, con palitos de álamo. El primer concepto de los helados, es partir por el palito, este es diferente, soporta un helado de mayor tamaño. En cuento al embalaje, éste es transparente para que la gente vea lo que come. Cuando lo planteé me dijeron que cómo lo iba a hacer, si lo que se usaba era el perlado. Pero respondí que era mi problema", señala.
El proceso entero, entre producir y congelar es de aproximadamente dos horas, pero depende de su complejidad del helado, que va desde el normal de frutas, hasta los premium.
Mano a mano
Desde noviembre a la fecha, sus helados que de verdad dan la sensación de estar comiéndose una fruta más helada o saborear un chocolate o leche condensada de la mejor calidad en versión paleta, han sido del gusto del público, que no sólo se ha enterado de su existencia por pasar por los locales, sino que también por las redes sociales como Facebook.
"La gente de San Pedro ha tenido una acogida importante. Vienen personas específicamente a comprar helados, han venido porque les ha gustado. No voy a venir de Chiguayante a comprar helados, pero la gente viene exclusivamente a esto. Es más, viene público con cooler a comprar 20 ó 30 helados para llevárselos para la casa. Les gustan mucho", señala.
Hasta el momento, los helados Premium son los que tienen más aceptación, pues tienen materias primas de primera calidad, nada de sucedáneos. Sin embargo, los de piña-menta, maracuyá, frutilla-leche condensada, de oreo cookie o plátano-nutella, son del deleite de los paladares locales.
"No he escuchado a nadie decir que las paletas son malas, desabridas, chicas o caras. No lo son, estamos a un precio bastante bajo al valor de mercado", manifiesta Brant, quien explica que su mano derecha, el chef Hans Puentes es el encargado de darle el toque preciso a las exquisiteces que salen desde la fábrica. Con él elaboran cada uno de los productos que acá se comercializan.
De hecho, tan bien les ha ido con esos sabores, que sus clientes quieren que los ponga en otros lugares, como restaurantes o cafés, pero "como es una producción artesanal, todavía no sabemos lo que puede dar. No me atrevo a expandirme mucho, porque esto es artesanal. Tenemos una capacidad de producción, no queremos que esto sea una industria porque se pierde el concepto, que es hecho uno por uno. Ese concepto es el que la gente busca y quiere. Si compro materias primas industrializadas, se pierde el objetivo", sentencia.
"A mi hijo se le ocurrió ponerle alas a la paleta para santificarla"
Cristian Brant,, Dueño El Santo Paletas
"No he escuchado a nadie que las paletas son malas, desabridas, chicas o caras"
Cristian Brant,
Dueño El Santo Paletas
El origen
Si bien México no está dentro de los países que más helado consumen per cápita, sí son famosos por contar con las paletas mexicanas, las cuales se distinguen de otras por su grosor, elaboración, productos y largo. Éstas son de 6 centímetros de ancho, 12 a 13 centímetros de largo y 2 a 3 centímetros de grosor. El peso sobrepasa los 100 gramos, pues al no tener aditivos ni preservantes, no concentra aire.