Así fue en 1992 el primer show de los Guns N' Roses en Chile
Hace 23 años, la banda que acaba de anunciar el regreso de su formación original llegó al país en el peak de su carrera. Fue un recital accidentado pero legendario. Roberto Fierro, el "Slash" del tributo local "Sweet Rose", recordó la jornada.
El 2 de diciembre de 1992 es un día legendario para los rockeros criollos. Esa noche, Guns N' Roses llegó a Chile por primera vez, justo cuando se regodeaban en el punto más alto de la gloria y atravesando el mejor momento de de su carrera, en el marco del "Use Your Illusion Tour" que los llevó a recorrer 27 países y hacer 192 presentaciones por todo el mundo.
Axl y Slash volverían por separado a Chile varias veces. Pero nunca más sería lo mismo. Ahora, eso sí, hay una esperanza renovada después de que anunciaran la reunión de la formación original de la banda, tras años peleados. De momento, se presentarán en Coachella, el festival que tiene lugar en el desierto de California, en abril próximo y, eventualmente, harán un tour mundial. Es que la plata siempre llama.
Pero esa noche de diciembre del '92 difícilmente podrá ser igualada. La cancha del Estadio Nacional en Santiago se repletó para ver a Axl Rose, Slash, McKagan y compañía. 62 mil personas llegaron al estadio, aunque a la fecha, muchos más dicen haber estado esa noche en el coliseo de Ñuñoa. Como suele ocurrir con todas las noches legendarias.
No fue una jornada sencilla. Al contrario, fue una noche accidentada. Una joven, Myriam Henríquez Reyes, de 15 años, murió aplastada por una valla papal en una avalancha humana. Y como anécdota quedó el show de "Diva", banda liderada por un en ese entonces chascón Alfredo Lewin, para telonear a Guns N' Roses.
Mientras, en la previa de la transmisión televisiva, una lola Katherine Salosny y un jovencito Iván Valenzuela, intercambiaban conceptos sobre el recital y debatían si se trataba de un concierto de "alto riesgo" o no. ¡Es que así era el Chile de esa época! Un Chile en que, ese mismo 1992, se impidió la entrada de Iron Maiden. Pero eso es otra historia.
Incidentes
Axl Rose, en una republicana tradición que mantiene hasta el día de hoy, llegó tarde al show que debía comenzar pasadas las 22 horas. Pero a las 23:30 en punto, entró a escena junto al grupo. A esa hora, una parte del público ya estaba enojado y empezó a tirar botellas y escupos al escenario. Mientras cantaba "Civil War", Axl lanzó el micrófono y luego lo recogió para disparar: "Qué mierda les pasa. ¿Es una tradición chilena esto? Saquen al imbécil que está tirando cosas (...) Bueno gente, escúpanse entre ustedes. Esto es todo".
Acto seguido y una intérprete argentina tuvo que llamar a la calma desde el escenario. "Por favor, no escupan, no tiren botellas. O ellos se van. Es en serio", pidió amable, mientras Axl repasaba a los chilenos para silenciar las pifias: "Cállense, ¡mierda!", gritó enojadísimo.
Después, intentó con forma más diplomática: "Cállense, por favor", dijo en castellano con acento agringado. Tras cinco minutos muy tensos, el show prosiguió.
Juan Carlos "Lobo" Araneda, de radio Futuro, valora que la banda viniera a Chile en el peak de su carrera. "Muchos vienen de vuelta, muy gastados, cuando ya las han hecho todas. Acá llegaron en su mejor momento".
Fanáticos
Esa noche, en la tercera fila frente al escenario, estaba Roberto Fierro, fanático de toda la vida viendo el recital. "Llegamos súper temprano pensando en que iba a haber mucha gente en la entrada del estadio. Cuando llegamos no habían puesto ni siquiera las vallas papales. Acá no había conciertos masivos o recién estaban empezando a hacerlos", recuerda.
Esa vez, él tenía 17 años. Hoy, más adulto, está convertido en el "Slash chileno", miembro fundador de "Sweet Rose", la banda tributo a Guns N' Roses más laureada "made in Chile". "Es la banda favorita de todos los miembros de grupo. La gracia de ese show del '92 fue que ellos llegaron en la cúspide de su fama. Acababan de lanzar dos discos tremendos ('Use your Illusion 1 y 2') y además era un grupo que a todo el mundo le gustaba, no sólo a los rockeros. Por eso fue tan importante", asegura.
-¿Es difícil ser un Guns N' Roses en el siglo XXI?
"El trabajo que hacemos tiene varias dificultades. Por ejemplo, buscar músicos que interpreten bien y que suenen lo más parecido posible a los originales. Por otro lado, tienen que ser personas relativamente parecidas a los Guns. También tenemos que tener vestuario y una actitud que emule a la perfección el show original. Yo tengo el papel de Slash. Tengo el pelo largo y listo. Antes salía así al escenario, pero después empecé a usar una peluca y el clásico sombrero de copa para lograr mejor el papel.
- ¿Les conviene a ustedes esta reunión de Guns N' Roses?
"El regreso de Guns influirá en la cantidad de nuestras presentaciones... ¡Ya lo estamos notando! Tenemos el deber de calentar el ambiente".
"Era un grupo que a todos gustaba, no sólo a los rockeros"
Roberto Fierro,, guitarrista de "Sweet Rose"
"Muchos vienen de vuelta, muy gastados. Acá (los Guns) llegaron en su mejor momento"
Juan Carlos Araneda,
conductor radio Futuro
Por plata
Juan Carlos "Lobo" Araneda, conductor de radio Futuro, considera que la reunión de Guns N' Roses se produce por un tema comercial. "De hecho es súper probable que Axl y Slash sigan enojados, pero la plata tira. Axl vino con su proyecto al Movistar Arena y Slash hizo lo propio en el Caupolicán, pero creo que juntos son la esencia de Guns N' Roses. De algún modo, esta dupla hereda la posta generacional de Mick Jagger y Keith Richards".