Violencia masculina
Cada cierto tiempo, conocemos un nuevo caso de femicidio. Pese a las campañas de sensibilización, la violencia hacia las mujeres se mantiene y perpetúa, pues aún existen familias donde es legítima y ni siquiera se visualiza como tal.
Actitudes como les revisen el teléfono, controlen sus horarios o reciban descalificaciones parecen normales y son parte de esta dinámica.
Según estudios el origen estaría en la percepción errada del agresor respecto a su pérdida de control en determinadas situaciones.
Los programas de apoyo a las víctimas son integrales y en ocasiones logran alejarlas. Pero ¿qué pasa con los hombres golpeadores o agresores? ¿Quién se hace cargo? En 2012, Sernam inició un modelo de intervención con hombres que ejercen violencia que les brinda atención especializadas, enfocándolos a su responsabilidad por la violencia ejercida, que renuncien a ella y comiencen un proceso de cambio en sus roles y actitudes con la mujer.
Se trata de personas a las que les cuesta enfrentar y expresar correctamente sus emociones y al sentirse sobrepasados por un conflicto, lo resuelven a golpes, pues se trata del modelo aprendido. Es importante educar a los niños a ser más expresivos, que nos demos tiempo de escucharlos, sin estereotipos. Si conoce a alguien que no controla su agresividad, indíquele que busque ayuda, una red de apoyo que le permita plantar sus necesidades, emociones y sentimientos.