Los dolorosos recuerdos de los bomberos a seis años del 27-F
El terremoto marcó a muchas personas en la región. A seis años del terremoto y tsunami, el entonces superintendente de Bomberos del puerto relata el episodio más triste de su vida tras aquella fatídica noche de febrero.
Seis años han pasado desde la fatídica noche que remeció a la región, y aún quedan cicatrices del terremoto de febrero de 2010. Luis Fregonara, entonces superintendente del Cuerpo de Bomberos de Talcahuano, vive con el dolor de haber perdido a su señora, María del Pilar Bermúdez. Sin duda que para él y su familia éste ha sido el día más difícil que les ha tocado vivir, pues se fue la única mujer de la casa.
"La vida debe continuar, con el dolor a cuestas. Me he preguntado muchas veces el porqué, pero es algo que nunca va a tener respuesta. Pero debo seguir, no puedo estar lamentándome todo el tiempo", expresa.
"Estaba en el campo cuando comenzó el terremoto. Mi señora se encontraba en Talcahuano porque venía la Presidenta a inaugurar un buque y el tercer acceso a los cerros. En ese minuto la empecé a llamar, pero no tuve respuesta, así que esperé estar con dos de mis tres hijos, y me vine a Talcahuano. Durante todo el viaje sólo pensé que podía estar muy asustada, pero nunca me imaginé lo peor", relata Luis Fregonara.
Un poco más de una hora se demoró en llegar a ver a su señora, desde que salió del campo, pero nunca imaginó que le tocaría enfrentar el momento más doloroso de su vida. "Llegué hasta la casa de mi suegra, ubicada en el centro de Talcahuano, ahí estaba mi señora cuidando a su mamá. Afuera estaba lleno de autos, unos encima de otros, era un panorama realmente impresionante, sobre todo para quienes siempre hemos vivido en el puerto. En ese momento, tuve que echar la reja abajo, entré a la casa, subí y me encontré con que no había nada, estaba todo en el piso, lo único que escuchaba eran gritos, me pude percatar que eran de la enfermera que cuidaba a mi suegra. Ella cuando me vio me decía: Don Lucho, máteme. Finalmente ella fue trasladada al Hospital Higueras", recuerda con dolor.
"Salí de ahí, para contarle a mis hijos lo que estaba pasando, no fue para nada fácil. Por mientras le encargué a algunos voluntarios que estaban en el lugar, que procedieran al rescate lo antes posible. Yo no quise verla, no sabía cómo estaba, y les pedí que mis hijos tampoco lo hicieran", agregó.
Los años han pasado, desde entonces no hay día que no recuerde a su señora, que fue su compañera de vida durante más de 32 años. "Es un dolor que siempre voy a llevar, nosotros nos llevábamos muy bien, éramos muy unidos. Hoy mi familia ha crecido, llegaron los nietos, que son una gran alegría, pero no es lo mismo. Me gustaría poder disfrutar junto a ella esta alegría, ella hubiese estado muy feliz de poder regalonearlos", expresó.
Luis Fregonara es considerado un hombre de vocación de servicio. A dos días de perder a su señora, llevó su gran pena y dolor en silencio y se vistió de bombero para ayudar a la comunidad, que por esos días vivía las consecuencias del terremoto.
"El lunes en la mañana enterramos a mi señora, y ese mismo día en la tarde llamé al comandante y le dije que yo estaba disponible para comenzar mi labor de servicio a la comunidad. Mis bomberos lo necesitaban, no podía estar ausente, si era la cabeza de la institución, y muchos de ellos también tenían problema y siguieron cumpliendo con el deber", agregó el ex superintendente.
Vocación de Servicio
Todos quienes son bomberos, llevan anclado el amor por el servicio, muchas veces poniendo en riesgo su vida por ayudar a los demás. Sixto Miranda, teniente de la Séptima Compañía de Bomberos de Talcahuano, relata que "después del movimiento, nosotros salimos a hacer una ronda por la Base Naval, íbamos arriba del carro, y como a las seis de la mañana escuchamos a una persona que gritaba desesperadamente. Nos percatamos que estaba alertando que venía el mar. En ese minuto no teníamos mucho que hacer, así que dejamos la máquina ahí y subimos corriendo el cerro. Fueron momentos de mucha adrenalina, porque nos salvamos por muy poco, de hecho la ola nos alcanzó a mojar cuando íbamos arrancando", recuerda.
"Lo más trágico fue ver cómo el carro era pescado por las olas, lo azotaba contra una garita, y en pocos minutos fue llevado mar adentro, ahí perdimos el rastro y seguimos buscando camino para llegar hasta donde no corríamos riesgo. Mientras presenciábamos todo eso comenzó la preocupación por los otros voluntarios que estaban haciendo ronda en Tumbes. Fueron momentos de mucha desesperación, porque no sabíamos lo estaba sucediendo, no teníamos comunicación por la radio ni mucho menos por teléfono", agrega.
El voluntario cuenta que hubo mucha preocupación porque no sabían lo que había sucedido. "Cuando amaneció pudimos ver el nivel de destrucción. Horas más tarde encontramos el camión a 400 metros de donde nosotros lo habíamos dejado, estaba todo destruido, fueron pocas cosas las que pudimos rescatar. Fue angustiante, porque en ese momento nos dimos cuenta de que si no hubiésemos arrancado habríamos sido parte de las víctimas fatales, porque el camión estaba como si lo hubiesen tirado de un barranco hacia abajo. Era impresionante", señala.
Pero no sólo perdieron su carro, sino que también el cuartel, que fue destruido por la fuerza del agua. "Fue muy chocante ver el cuartel lleno de barro y destruido. Finalmente esa es nuestra segunda casa, pasábamos mucho tiempo ahí. Pese a toda la destrucción, izamos la bandera a media asta, en señal de que nuestro Cuerpo de Bomberos estaba de luto por la pérdida de los familiares del superintendente Luis Fregonara, y las pérdidas que habían sufrido nuestros contingentes", agrega el teniente.
Desde entonces que la labor de bomberos se reconoce bastante, y que Luis Fregonara es reconocido como un héroe anónimo dentro de esta tragedia que sacudió a la región. "No sé si es ser héroe, esto es parte de la vocación de servicio del compromiso que uno asume cuando ingresa a la institución. Preferiría que no me llamaran héroe, y seguir en el anonimato del servicio, ya que es lo más difícil que me ha tocado vivir dentro de los bomberos", enfatiza Fregonara.
"Es un dolor que siempre voy a llevar. Éramos muy unidos, nos llevábamos muy bien"
Luis Fregonara, ex superintendente de Bomberos
"Si no hubiésemos arrancado habríamos sido parte de las víctimas fatales "
Sixto Miranda
525 personas, murieron a causa del terremoto de 8.8 grados que afectó al país en 2010.