Cecilia Bastías Jerez

Literalmente a pulso y esfuerzo, la lotina Evelyn Matamala ha logrado hacerse un nombre en el mundo de las barberías, un espacio que hasta hace poco era casi exclusivamente de hombres.

"Barbera Evy", es su apodo en Facebook, red social en que la mayoría de sus clientes la ha conocido. Ella trabaja en un local ubicado en el centro de la ex ciudad minera, al cual llegan clientes no sólo de la comuna lotina, sino también de la vecina Coronel.

Uno de sus mayores desafíos lo superó hace poco. Durante los primeros días de abril ganó la competencia "Pro Barber Chile", organizada por una importante academia de barbería de Santiago.

Evelyn dice a La Estrella haberse inscrito con bastantes nervios, pero deseosa de probar su habilidad.

"Supe del concurso y me inscribí al tiro, pensé: 'Si pierdo, da lo mismo, es una experiencia única'. Me puse nerviosa cuando ya estaba inscrita, pero sabía que me servía para probarme y aprender de otras personas", comenta.

En el concurso había siete mujeres solamente, entre muchos hombres, prácticamente incontables, según Evy. "Competí en la categoría Mujeres, había otras categorías, de diseño y rapidez", dice.

La prueba

El concurso base consistía en realizar un difuminado en el cabello, sin ninguna marca. La idea es que no se notara cómo el pelo va desde el cero o rapado, al número de largo de cabello que se desee.

"Todo esto fue con tiempo. Fueron 40 minutos. En medio de la prueba a mí se me cayó la máquina, se me desarmó. Se me cayó la otra máquina chica y unos colegas que andaban me prestaron la suya", detalla.

"Fue una locura, ahí enchufando la máquina. Es que todas estábamos nerviosas y todas éramos buenas, eran súper buenas. Un detallito y podías perder", comenta.

Los jurados fueron tres barberos conocidos mundialmente por cortarle el pelo a reggaetoneros o futbolistas. "Ellos eligieron el corte que fuera más limpio. Que no hubiera corte en la piel, porque teníamos que pasar navaja. Que fuera detallista y a cada uno de los modelos los sacaron para verlos con la luz solar y el mejor corte que se llevó el trofeo, fue el mío", afirma. Recordando lo tenso del momento en el que compitió, dice que siempre sintió -viendo de reojo alrededor- que estaba dentro de las dos mejores.

Para Evelyn, con 27 años de edad, es un orgullo contar que ganó este premio, pero no piensa quedarse con eso. Más que nada, lo ve como un impulso y una muestra de que el sacrificio que ha hecho por perfeccionarse ha tenido un primer fruto.

"Creo que esto es puro esfuerzo, algo de habilidad innata, pero principalmente he sacrificado mucho. He sacrificado tiempo para mi familia, tengo que agendar horas, si no, se me llena aquí. Yo le corto a la mayoría de los juveniles de Lota Schwager y siempre quieren cortarse el pelo antes de jugar", cuenta.

Por eso, el sábado es el día de lleno total. A veces, ni siquiera alcanza a almorzar, su rutina es de correr de un lado otro contra el paso de las horas. "Llevo todos los días al colegio a mi hija, que tiene 6 años. Yo la voy a dejar, me vengo a la peluquería y a las tres tengo que irla a buscar para dejarla donde mi suegra y ver que haga bien las tareas. Tengo unas dos horas con ella, después me vuelvo corriendo", comenta.

Su crecimiento

Esta joven estilista trabaja en el Staff JP Quintana, un salón de propiedad de Juan Pablo Quintana, a quien esta chica agradece mucho la oportunidad de estar trabajando hace un año ahí. Asegura que por la misma lealtad que le tiene, no piensa en abrir una barbería propia.

"Varios me dicen que arme algo sola, y en algún momento puede ser que me tire sola. Pero por ahora lo veo que es como morder la mano que me dio de comer. Tendría que ser un proyecto más grande, pero me gusta trabajar en grupo aquí", comenta.

Por ahora dice estar feliz con el premio, pero no por eso se va a sentir la mejor. Su objetivo ahora es poder competir a nivel de los hombres. "Esto es para seguir en los cursos de diseño. Quiero seguir estudiando en el tema de cosméticos para hombres y cremas. Me gustaría incluso sacar una marca de productos para barbería", dice.

El día a día

"Mi trabajo es arreglar el cabello, así como tengo bebés, atiendo a adultos mayores. Todo mi trabajo es con hombres", apunta.

Evelyn asegura que puede ir de lo clásico hasta lo más urbano, que son los cortes tipo reggaetonero.

Las medidas de sanidad son igualmente fundamentales para la barbera. "Yo trabajo con guantes y la idea es desinfectar las máquinas, siempre", explica, ya que se trabaja con navajas y se pueden ocasionar cortes.

Además, manifiesta tener bastante habilidad para dibujar, por lo que se le hace fácil realizar diseños en los chicos que le solicitan algo más elaborado. "Yo noté que se me hace fácil usar la navaja. Tengo esa delicadeza para usarla, hay que tener capacidad de hacer detalles", señala. "Aquí los chicos salen con el cabello encerado, peinado, y con aceite donde apliqué navaja", subraya.

Sobre su aprendizaje, asegura que "fui viendo tutoriales principalmente. También me sirvió la ayuda de Juan Pablo -dueño del local- cuando yo empecé en esto me iba comentando los detalles que tenía", afirma.

Pero por sobre todo esto fue algo que nació de ella. "En vez de irme a la casa y ver un programa, veía tutoriales, y esa fue mi fuente de aprendizaje. Fue esfuerzo mío, todo lo que he logrado ha sido por mí. Y Juan Pablo me ha dado su apoyo y siempre me presenta como la barbera", comenta.

Pese a que mucha gente le ha dicho que ganaría más dinero haciendo peluquería femenina, porque se hacen tratamientos más caros, para esta lotina es imposible cambiar de rubro. "Una vez que encuentras algo para lo que tienes talento, para los que sabes que eres buena, tú sigues con eso, porque es lo que te gusta", afirma.

"En medio de la prueba, se me cayó la máquina y se me desarmó".

Evelyn Matamala,, barbera de Lota.

"Una vez que encuentras algo para lo que tienes talento, tú sigues con eso".

Evelyn Matamala,, barbera de Lota.

7 barberas participaron a nivel nacional en la competencia Pro Barber Chile en Santiago.