Conductores temen por su vida cuando van detrás del volante
En la línea Ruta las Playas están preocupados por los hechos delictuales. Un conductor apuñalado, apedreo a una máquina y una bomba de gas lanzada a uno de los buses los tienen aterrorizados. Algunos piensas en dejar su trabajo.
Dos nuevos hechos de violencia afectaron a los conductores de la línea de locomoción colectiva Ruta las Playas, los que se suman al salvaje ataque en el que un chofer fue apuñalado en más de 20 ocasiones. Los trabajadores están preocupados e incluso temen por su vida.
El primer ataque se registró afuera del terminal de la línea, en el sector Baquedano de Lirquén, cuando una máquina que salía a realizar su recorrido recibió una pedrada por parte de desconocidos, quienes arrancaron del lugar.
"Es increíble que nos ataquen afuera del terminal, ya no estamos seguros en ninguna parte", manifestó Abel Pereira, trabajador de la empresa.
Los conductores creen que haber hecho públicas las fotos del sujeto que habría apuñalado a su colega hizo que antisociales hayan adoptado una actitud agresiva hacia ellos y temen por lo que les pueda pasar en sus recorridos.
"Uno sale con miedo de la casa, porque en cualquier lado te puede asaltar. Es terrible la sensación porque uno tiene sus familias con la incertidumbre", agregó Pereira, quien lleva 30 años en el rubro.
Les tiraron gas
Gerardo Muñoz hacía su recorrido normal rumbo a Concepción, a eso de las 19.30 horas, con la máquina llena de pasajeros, cuando un grave atentado rompió con la cotidianeidad de su labor.
"En la Villa San Francisco me hicieron parar tres cabros, me pidieron que los llevara por mil, les di sus boletos y continuamos el camino. Todo bien", relató el conductor afectado.
En el video de las cámaras de seguridad del bus, se aprecia que los tres jóvenes se sientan en distintos lugares y uno de ellos agita una especie de recipiente.
"Se bajaron en el paradero del Hospital del Trabajador e inmediatamente los pasajeros empezaron a gritar y tosían. Era como un gas pimienta", señaló.
En ese momento, rápidamente evacuaron la micro, esperaron un par de minutos para que se ventile y continuaron su viaje.
Temen por su vida
La ola de ataques que afectó a los trabajadores de la línea, tiene asustados a los conductores, quienes temen por lo que les pueda pasar. "Fue mucha violencia lo que se vio el lunes y mucho menos esperábamos que (el sujeto) quedara suelto. Produce mucho temor en nosotros, porque nunca habíamos vivido algo así", comentó Elvis.
Fernando Rosales, tesorero del sindicato, manifestó que "nos parece tremendo lo que está ocurriendo. El vandalismo está llegando al extremo. Es lamentable". El dirigente aseguró que "en todo el tiempo que llevo de conductor no recuerdo que haya pasado algo similar. Anoche, después del atentado, salimos con miedo a trabajar".
El miedo llega a tal grado que algunos estudian la posibilidad de dejar el trabajo y buscar nuevos horizontes. "Conversé con mi esposa, porque estamos preocupados. Uno piensa que lo mejor es tirar curriculum en otro lado y estar más tranquilo", afirmó José Sandoval, quien lleva 25 años en el mismo trabajo.
"Estamos con la sensación que en cualquier momento te pueden asaltar. Si no paramos a pasajeros, aunque parezcan sospechosos, nos infraccionan a nosotros, así que nos sentimos totalmente desprotegidos", lamentó el chofer.
Según contaron, reconocen sectores conflictivos a la hora de hacer sus recorridos. "Al pasar por las Industrias y Cuatro Esquinas da mucho miedo. Como está cerca de La Emergencia uno piensa que lo asaltarán o algo. En ese momento sólo hay que encomendarse a Dios", dijo Pereira.
Pero no sólo se preocupan de la seguridad de ellos, sino que también por la de las personas que transportan. "Uno puede ser víctima de asalto, pero también los pasajeros. Si la micro va vacía los pueden asaltar y nadie se dará cuenta. El riesgo es para todos", dijo.
Molestia
La decisión del Juzgado de Garantía de Concepción, que dejó en libertad al presunto agresor de su colega, los tiene también molestos, ya que no entienden qué pasó.
"Una negligencia dejó libre a un joven peligroso. Nosotros hacemos nuestra pega, que la hagan ellos", dijo José Sandoval.
"Los pasajeros empezaron a gritar y a pedir ayuda. Era como gas pimienta".
Gerardo Muñoz, conductor.
"Uno sale con miedo de la casa todos los días"
Abel Pereira,, conductor
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