Cuidado de manos en invierno
Durante el invierno, nuestra piel es de las primeras zonas del cuerpo que se ven afectadas. Su exposición directa a los cambios del clima y a la variación de temperaturas, hacen que la epidermis o capa exterior de la piel sufra directamente sus inclemencias, sobre todo en áreas tan expuestas como el rostro y las manos.
Si bien es cierto, mucho dependerá de la calidad de la piel que cada persona tenga, las bajas temperaturas tienden a resecarla y en casos extremos a causar lesiones que requieren de mayor protección y tratamiento, que deben ser tratados por un médico dermatólogo.
En el caso particular de las manos, que están expuestas además a detergentes u otros agentes irritantes, es conveniente que en días o zonas de bajas temperaturas como la nieve, se cubran con guantes.
Una rutina de cuidado diario para las manos puede incluir el lavado con agua tibia y un jabón suave, enjuagar y secar prolijamente. Este último paso es muy importante ya que los residuos de jabón también contribuyen a irritar la piel.
Es importante evitar el uso de agua muy caliente, pues de alguna manera quita la grasa natural, así como tampoco permanecer por mucho tiempo con las manos en el agua.
Consumo importante de agua ayuda a mantener la hidratación.
El lavado de manos no sólo es importante desde el punto de vista del cuidado de la piel, sino también para la prevención y control de enfermedades.