Vecinos piden pasarela para poder cruzar peligrosa ruta
La remozada ruta que une Concepción con Cabrero cuenta con una barrera central que tiene divididas varias familias. Para ellos, es como un verdadero "Muro de Berlín".
Día a día, Julio Utreras salta la barrera central de la carretera. Dice que de tanto hacerlo, se ha pegado varias veces en sus piernas, las cuales han llegado a tener moretones por los impactos. Es una acción peligrosa, pero asegura que siempre toma los resguardos para evitar ser alcanzado por alguno de los vehículos que por ahí transitan a gran velocidad.
Ésta es una realidad que viven a diario los vecinos del Fundo San Antonio del sector Chaimávida de Concepción, quienes no han protestado ni se han tomado la carretera. Es más, desde hace un tiempo, han sido pacíficos y sólo han recurrido a conversaciones para tener una solución en su sector, donde, desde que se hicieron los trabajos de mejoramiento de la ruta que une la capital penquista con Cabrero y otras localidades, quedó partido en dos.
Es por ello que piden que el antiguo paradero, del que simbólicamente queda sólo un letrero pegado a un poste de la luz, se vuelva a ubicar en el lugar, así como una pasarela peatonal cercana y no a 600 metros como está la más próxima. El fin es evitar accidentes, ya que los lugareños deben cruzar diariamente la barrera que separa las vías, la cual tiene una altura superior a un metro.
Según explicó Julio Utreras, "desde que se empezó a hacer la carretera, nos dejaron sin poder pasar para el otro lado. Tenemos niños chicos, y el problema es pasar para el otro lado para poder tomar el bus. Yo tengo que hacerlo todos los días para allá y para acá".
A cada lado de la carretera viven familias, las cuales, dijeron, quedaron tan separadas que esa barrera emula al mismísimo "Muro de Berlín".
Sin respuestas
Desde aproximadamente cinco meses, los vecinos han tenido que lidiar con un cruce peligroso y con buses que les paran a uno 600 metros de distancia.
Esta situación, de acuerdo a lo relatado por los vecinos, fue evidenciada por ellos a las autoridades, las que indicaron, tomarían cartas en el asunto.
"Nos prometieron algo y no han cumplido. Queremos un paradero acá y una pasarela más cerca", manifestó Jeanet Cerna, quien agregó que "ahora ya no podemos tomar el bus y bajarnos en el sector. Estamos arriesgando nuestras vidas al cruzar o caminar por la berma.
"No han hecho ninguna cosa. El paradero estaba de antes y no lo respetaron. También pedimos un paradero alternativo para la gente que viene del Puente 1, y tampoco nada", lanzó.
Por su parte, René Santander indicó que "se conversó con las autoridades. Cuando empezó la construcción de la carretera, nosotros nos acercamos a conversar con ellos. No sabíamos cómo iba a ser la carretera. En ese tiempo, nos dijeron que iban a quedar los paraderos, pero no fue así. Imagínese lo que es caminar 600 metros para llegar a uno, porque el bus no nos para acá. Aquí hay abuelitos, que con mucho sacrificio salen de sus casas".
Arriesgados
Quienes más sufren por la falta de paraderos y una pasarela son los niños y los adultos mayores. Jova Utreras es una de las que tiene que hacer malabares y contar con la ayuda de sus vecinos para atravesar la calle. "Cuesta pasar, pero entre los vecinos nos ayudamos. A veces ponemos palets como escalera para poder atravesar la barrera central. Nos arriesgamos todos", dijo.
Julio Utreras contó que su mamá tiene más de 80 años y cuando se va a pagar, "imagínese cómo es pasar para el otro lado. Nosotros saltamos no más, estamos teniendo cuidado de que no venga nada de ninguna de las dos vías. Como vecinos nos cuidamos. La excusa para no ponerlo es que está muy cerca de la curva".
Por su parte, René Santander expresó que está obra "ha desarmado las familias, porque al frente tenemos familiares".
Los vecinos, siguen pidiendo una solución, pues "están esperando que atropellen a alguien para hacer algo", sentenciaron.
"Nos prometieron algo y no han cumplido. Queremos un paradero y una pasarela más cerca"
Jeanet Cerna,, Vecina del Fundo, San Antonion"
Ceden espacio
Fernando García es hijo de Carlos, quien es el dueño del fundo. Según comentó, su padre expresó a las autoridades las ganas de ceder parte de su terreno para la construcción de una pasarela. Además, "se está haciendo acá una población nueva y la gente tendrá que caminar un kilómetro y medio para tomar la micro. Es demasiado. Es necesario contar con una pasarela y paradero", dijo.
5 meses llevan vecinos del sector sin poder cruzar con seguridad la carretera.