Más allá de cuál es el rol de la Publicidad en la comunicación de las marcas, lo que debe importar hoy es si somos capaces de saber contar historias creíbles a nuestros consumidores, teniendo la capacidad de hilar una historia en torno a situaciones comunes a ellos para que se sientan parte de las marcas.

Este es un fenómeno que ha cobrado una mayor importancia el último tiempo, producto del marketing uno a uno, donde cada persona cuenta y en la que se hace mucho más complejo poder dar en el clavo con los objetivos trazados por las marcas. Las campañas deben estar orientadas a la búsqueda de insight, que los consumidores sientan que las marcas les hablan, sin interrupciones y en un lenguaje simple y donde los verdaderos protagonistas sean ellos; que vean reflejadas sus vivencias y establezcan lazos entrañables entre lo que la publicidad comunica y lo que ellos desean ver y oír.

La experiencia y el sentirse reflejados en los mensajes, se ha vuelto el mayor desafío de la Publicidad. Desprenderse de los egos que generan las ideas provocadoras deberán dar paso a relatos creíbles, que sean además tema de conversación para los usuarios, ya que actualmente hacer publicidad sin historia no tiene mayor relevancia, dado que los consumidores se han vuelto cada vez más inquisidores y sumamente críticos de los mensajes sin contenido.