El consumo promedio de un vehículo es un tema muy subjetivo, ya que depende de muchas variables, como estado general del motor, cilindrada, potencia y modo de conducción. La mayoría de las marcas hablan de consumo promedio, esto supone que el 50 por ciento del tiempo el vehículo circulará en ciudad y el otro 50 por ciento en carretera. Las condiciones óptimas de consumo de combustible se dan en cualquier vehículo a velocidad constante y entre 90 y 100 km/h, dependiendo de la marca y el modelo del vehículo.

En el caso de la conducción en cuidad, donde más se gasta combustible es en las partidas y en los comienzos de movimiento, ya que el vehículo debe vencer la inercia para moverse y el motor debe desplazar al automóvil, por lo tanto, en un taco que avanza lento se supondría un aumento del consumo.

Mientras el vehículo esté detenido (ralentí en lenguaje técnico) el sistema de inyección suministra la mínima cantidad de combustible necesaria para mantener el motor funcionando, por lo que ahí se supone un consumo pequeño.

Como recomendación de conducción en un taco se pueden indicar algunas como: cada vez volver a neutro y sacar el pie del acelerador, así, el motor queda en ralentí; no dejar el vehículo con la marcha engranada y equilibrando el vehículo con el embrague y el acelerador, esto consume combustible y daña el mecanismo de embrague.