Cecilia Bastías Jerez

CCon tan sólo 25 años de edad, el penquista Tomás Valderas ha comenzado a desarrollar un interesante proyecto ecoturístico que pretende acercar a los visitantes con los bellos paisajes y secretos de la naturaleza que se pueden encontrar en la Desembocadura del río Bío Bío.

"Esto nace como un proyecto que tenía pensado hace harto tiempo mientras estaba estudiando Turismo Aventura en el Duoc UC (egresó el año 2014). Efectivamente entré en la carrera con la intención de tener mi propia empresa en el área", afirma.

Este técnico en nivel superior en Turismo Aventura, asegura que está realizando una importante apuesta. "He invertido mucho tiempo y dedicación en este proyecto. La idea es poder entregar un servicio de calidad y cien por ciento personalizado. Trato de hacer los recorridos con grupos reducidos para asegurar la experiencia de cada uno de los pasajeros", recalca.

"Hasta el momento, esto es algo completamente particular. Mi familia y mi polola me apoyan, pero a nivel mayor, el objetivo es que la Octava Región se convierta en un importante destino turístico a nivel internacional. Tenemos un gran potencial. Acá hay campos, ríos, lagunas, de todo para trabajar el área del turismo", detalla.

El proyecto de las cabalgatas ecológicos empezó a concretarse en agosto pasado. Tomás además es surfista y frecuenta mucho la playa de la Desembocadura.

"Me acerqué a don Pedro, que pertenece a un club de huasos y tiene siete caballos. Conversamos e intercambiamos los contactos, vimos las rutas que él tiene y estamos en una etapa de marcha blanca, de conocernos. Hasta el momento todo ha salido muy bien", cuenta.

Medioambiente

"Esta es una instancia ideal para acercar a la gente de la ciudad a los espacios naturales y poder empezar a concientizar de a poquito en la importancia del cuidado de nuestro entorno natural. Queremos que todo esto sea un movimiento de penquistas que estén dispuestos a cuidar su naturaleza", comenta. "Es un hecho que los fines de semana mucha gente llega a este lugar a hacer picnics, asados y a carretear, dejando todos sus desperdicios ahí tirados", agrega.

"Junto con el crecimiento de las selvas de cemento, los niveles de estrés de las personas también se incrementan. Estas salidas al aire libre no son solamente lujos, sino que se están convirtiendo en una necesidad. Escapar de esa selva de cemento y reconectarse con la naturaleza para poder descansar", apunta.

La primera actividad que organizó Valderas, junto a su amigo Pedro, fue el 21 de agosto recién pasado.

"Ahí hicimos cabalgata, trekking y unos talleres. Fue todo un programa para ver si funcionaba. Resultó muy bien y nos dimos cuenta que la gente iba más que nada por la cabalgata que por otras actividades. Pero obviamente ahora que estamos empezando hacemos las más cortitas y acorde vayamos evolucionando haremos las más largas", explica.

Para poder participar en los paseos a caballo por la Desembocadura los interesados se tienen que inscribir y pueden hacerlo por distintos medios. "Tenemos el medio de reserva. Que consiste en hacer un depósito del 50 por ciento. La cabalgata cuesta 15 mil pesos, dura una hora y media. Tenemos cuatro redes sociales Facebook, Twiter, Instagram y Canal de Youtube y un correo, en cualquier red social nos encuentran por Explora Octava", indica Tomás Valderas.

El guía

Pedro Muñoz, es el dueño de los animales. "Tengo siete caballos. Voy montado y cuidando a la gente que anda paseando en los otros seis", detalla.

"Un día estaba trabajando en el campo y llegó Tomás. Empezamos a conversar, me contó que hacía ecoturismo y aquí estamos", dice.

"Llevo como quince años trabajando con caballos y cambiaron de administrador y tenemos que hacer unos papeles para poder trabajar como debe ser y estamos en trámite. Por eso ha sido súper importante el trabajar con un joven que sabe del tema del turismo", asegura.

"Soy nacido y criado en este sector. Creo que es importante que la gente tome conciencia de que deben cuidar este espacio. Nosotros vamos mostrando todos los lugares y la gente se da cuenta de lo lindo que son", establece Muñoz.

La esposa de Pedro también colabora como guía de los caballos. El recorrido consiste en reunirse primero en la playa al frente de la roca del Neruda, como es conocida popularmente. Desde ahí van hacia Rocoto, luego a la Laguna Azul o Los Cuervos y luego se da nuevamente la vuelta. Es una hora y media aproximada de viaje a una velocidad lenta y muy tranquila.

"Estas salidas al aire libre, no son solamente lujos. Son una necesidad"

Tomás Valderas,, Explora Octava.."