Mario Saavedra Ponss

Gran parte de los vecinos de la calle El Membrillar de Penco conocía la historia de Norma Araya Vallejos, de 82 años. Sabían que vivía sola, que había perdido se casa tras el terremoto y que, en el último tiempo, tenía problemas para desplazarse. Por eso, cuando vieron su casa llena de humo, los residentes del sector corrieron hacia la vivienda y saltaron el muro para intentar rescatarla del fuego.

Por desgracia, el humo y las llamas se extendieron demasiado rápido por el pequeño inmueble en el que vivía, una casa prefabricada que había conseguido tras el 27-F.

Ricardo Nova, uno de los testigos, indicó que "yo salí a comprar el pan para el desayuno y cerca de las nueve de la mañana, cuando volvía, vi que estaba saliendo humo por ambos lados de la casa. Con otros vecinos corrimos e intentamos abrir el portón metálico pero no hubo caso, así que saltamos el muro. Al llegar a la casa no pudimos entrar porque todo estaba cubierto de llamas", relató.

Voluntarios de la Primera y Segunda Compañías de Bomberos de Penco concurrieron a la emergencia. Gracias a su labor, el fuego fue extinguido antes de que pudiera generar peligro de propagación a otros domicilios. Sin embargo, confirmaron lo que todos en el pasaje ya temían. La adulto mayor había perdido la vida, por lo que Carabineros debió dar cuenta al Ministerio Público para que se iniciara la investigación correspondiente.

Consternados

Por cerca de dos horas se trabajó en el sitio del suceso, lugar al que llegó personal del Labocar que trabajó en busca de evidencias que puedan entregar luces de lo ocurrido en el domicilio.

Los conocidos y amigos de Norma Araya, se acercaron al lugar y observaron, consternados, los peritajes. "Ella se movilizaba en una silla de ruedas y todos acá la ayudábamos. Era una viejita muy querida que vivió siempre acá y, cuando era joven, daba pensión en Concepción, era casera", indicó Malvina Celis, una de las personas que la ayudaba y visitaba durante el día.

Una hermana de la víctima, su único familiar directo, viajó desde Los Ángeles tras ser informada de la trágica noticia.

Detectives de la Brisexme de la PDI de Concepción lograron dar con el paradero de 17 personas que adeudaban el pago de la pensión de sus hijos por un monto superior a los 30 millones de pesos. Luego de una labor de análisis efectuada por funcionarios de la brigada especializada, se confirmó que los demandados en su mayoría registraban domicilios particulares y laborales, oportunidad que advirtieron los detectives para ubicarlos y ponerlos a disposición de los distintos Juzgados de Familia. "Quienes registran estas deudas impagas recurren a diversos métodos para no ser ubicados, como llegar de noche, pernoctar en casa de familiares y vecinos, cambiar recurrentemente de domicilio", indicó el jefe de la unidad, subprefecto José Riquelme. Desde la PDI se informó que el no pagar la pensión es considerado una falta y no un delito, pero de igual manera arriesgan a cumplir con arrestos efectivos o nocturnos en los centros penitenciarios respectivos.

Vecinos y automovilistas alertaron a los teléfonos de emergencia sobre la presencia de un perrito atrapado en un islote, a la altura del kilómetro 3,3 del camino hacia Santa Juana. El can, una mascota de mediano tamaño, permaneció durante el mediodía en la orilla, desde donde fue avistado. Bomberos de la Segunda Compañía de San Pedro de la Paz, con apoyo del Grupo de Rescate Subacuático Gersa de Concepción, concurrieron al lugar y atravesaron el río Bío Bío para llegar hasta donde se encontraba el asustado animalito. Este último estaba mojado, sucio y hambriento, pero en buenas condiciones físicas.

El can, finalmente, fue llevado hasta la orilla y los voluntarios compartieron fotos con la mascota a través de redes sociales, en donde los usuarios los felicitaron por su labor.

Una joven que presenció el rescate se lo llevó hasta su casa y espera encontrarle un dueño.