Club de Cheerleaders chorero busca apoyo para ir a Orlando
Los Twister All Stars ganaron en tres categorías en el reciente campeonato de Viña del Mar, que les dio el paso a representar al país en "The Cheerleading World" en Orlando, Florida.
Entrenan una vez a la semana en un gimnasio que adecúan para sus fines. Ahí, a pulso y con gran disciplina, el Club Deportivo Twister All Stars ha logrado sacar ventaja y posicionarse como uno de los mejores equipos de Cheerleaders del país. Tanto así, que ahora afinan lo que será su viaje al "The Cheerleading World", evento televisado por la cadena ESPN, que reúne a los mejores deportistas de todo el mundo del área.
Claro que ésta no será la primera vez que el equipo de Talcahuano represente a Chile en este evento. Ya lo hicieron el año pasado, tras clasificar el 2014. Al año siguiente volvieron a clasificar para Estados Unidos, pero por un tema de presupuesto, tuvieron que desechar la opción. No obstante, para el próximo año están listos y dispuestos para participar tras ganar recientemente las categorías Junior Mixto nivel 2; Open Mixto nivel 4 y el tercer lugar Internacional Open Mixto Nivel 5 en el campeonato Cheer Challeger Chile que se realizó en Viña del Mar.
"Ahora existe la posibilidad de viajar. Vamos a hacer un llamado a todas las municipalidades, universidades, para que apoyen a sus deportistas, que representan a su país. Es importante que todos se unan. Nos encantaría ir con el equipo del año, pero por un tema de financiamiento, tampoco se puede hacer. Si vamos, debemos hacerlo con la gente que tenga el dinero", explica Andrés Lermanda, entrenador del team.
Para entregar un buen espectáculo a los jueces gringos, el coach espera llevar un equipo de entre 19 a 24 personas.
TRabajo y disciplina
Los Twister All Stars surgieron al alero del Liceo A-21 de Talcahuano el 2009. Dos años después se independizaron y comenzaron a trabajar con apoyo del municipio chorero.
"Partí como parte del equipo ejecutante del establecimiento cuando entré a la enseñanza media y como entrenador, cuando salí del colegio. Me di cuenta que me gustaba enseñar y que tenía que elegir mi carrera universitaria. Soy profesor de educación física y, en base a eso, y como me gustaba enseñar, me dediqué a este deporte", resume Lermanda, quien entrena a alrededor de 73 jóvenes con su colega Miguel Chávez.
Un trabajo a pulso, cuya clave, dice, es trabajar, entrenar harto y duro. "Los chicos se sacan la mugre entrenando. Somos súper exigentes. Ellos no pueden faltar, no pueden llegar atrasados, no pueden rendirse. Es la disciplina", agrega.
Es por ello que este triunfo, en el que superaron a equipos de todo el país y en especial de Santiago, que tiene academias, se lo toman con gran responsabilidad y orgullo.
"Como profesor me siento súper sorprendido con los avances del club y los alumnos, porque de verdad ha sido muy grande. Todas estas cosas que conseguimos, no las esperamos. Sabíamos que estábamos haciendo un buen trabajo, pero no las esperábamos", confidencia, revelando que los chicos -cuyas edades fluctúan entre los 5 y los 30 años- entrenan de 2 a 4 horas.
"Lamentablemente por temas económicos no podemos tener nuestro propio gimnasio. Nosotros trabajamos con una plataforma bastante grande que se llama Spring Floor, que se arma y desarma. Para la gente que no la conoce, es como armar un puesto de feria y sacarlo. Es de 12 x12, es muy grande. La armamos el sábado y el domingo la desarmamos, porque en el gimnasio se juega fútbol, por eso debemos concentrar nuestro entrenamiento a full. Igual estamos en vías de instalarnos con nuestro propio gimnasio y poder distribuir de mejor manera los tiempos", dice.
A esto se suma que el deporte es caro en implementación, siendo los padres y los alumnos los que se financian desde los trajes hasta los viajes.
"Este deporte es bien caro, el valor de un uniforme es de 80 mil pesos. Las zapatillas que necesitan para esta actividad cuestan entre 60 y 90 mil pesos. A eso se suman las inscripciones, que son relativas, entre 10 y 20 mil pesos por participantes. Para costearse, los jóvenes realizan diferentes actividades. Para ir a Viña hicieron rifas y pidieron plata en la plaza para conseguir el dinero para viajar.
Pasión por el deporte
Alejandro Valenzuela, estudia Derecho en la USS y llegó al equipo desde su inicio. Paró un año cuando comenzó la universidad, pero su amor por cheerleader fue más fuerte.
"Había que congeniar los tiempos. Es que el cheerleader es tan bueno, es tanta la pasión que cuando lo conoces y lo desarrollas, te armas los tiempos. Yo entreno a full todos los fines de semana y en la semana estudio. Se dejan afuera los carretes y salidas con amigos", dice.
Él ya participó en el Mundial en Estados Unidos y ahora se repetirá el plato. "Allá es un deporte muy popular. De hecho, el mundial se realiza a estadio repleto, queda gente afuera. Es como si el Estadio Nacional se llenara completo. A ese nivel", cuenta el universitario, que destaca el compañerismo y esfuerzo que se logra en esta disciplina.
"La experiencia de estar en una competencia altamente competitiva es otra cosa. Es muy enriquecedora sobre todo para los chicos que viajan. Creo que fue un paso bien grande el que dio mi club, cuando pudimos ir a un mundial, de ver este deporte y poder traerlo acá", agrega Lermanda.
Paola Ortega es la mamá de Ignacia (8) y Javiera Lagos (10), que se alzaron como campeonas en el nivel Junior.
"A mí siempre me ha gustado Cheerleader y a ellas también. Desde chicas están practicando ballet, danza y siempre les gustó hacer la rueda, acrobacias. Por intermedio de un amigo, llegamos al club y les encantó. Ellas aceptan cualquier castigo, menos que les saquen cheerleader", confidencia la chocha madre de dos destacadas mini deportistas.
"Allá (EE.UU) es un deporte muy popular. De hecho, el mundial es a estadio repleto"
Alejandro Valenzuela,, Cheerleaders."
"Como profesor me siento súper sorprendido con los avances del club y los alumnos"
Andrés Lermanda, Entenador del Club de Cheerleaders Twister All Stars"