Jonás Romero Sánchez
Tuvieron que pasar 78 días desde su salida del país el 4 de septiembre, para que Rafael Garay respondiera a la prensa por las acusaciones de estafa reiterada por más de $1.800 millones, que investiga el Ministerio Público.
En la puerta de su departamento en Brasov, Rumania, donde cumple con arresto domiciliario por orden de la justicia rumana, dijo que dejó Chile como un "hombre libre", que hasta el fin de semana desconocía la orden de búsqueda en su contra, y que la cobertura mediática de su caso estaba llena de falsedades.
En una mezcla de inglés y español, la conferencia del ingeniero comercial penquista se extendió por casi 40 minutos. "No escapé del país. Salí de Chile como un hombre libre, fui a la embajada a pedir certificados como un hombre libre. ¿Qué persona que se quiera esconder de la justicia va a su consulado a pedir un papel?", dijo, a propósito del certificado solicitado en Bucarest, el 21 de septiembre.
"razones políticas"
Para Garay, detrás de la cobertura de su caso, habría razones políticas: "Destruyeron mi imagen en sólo dos semanas. Mi explicación es que hay cuestiones políticas involucradas. Eligieron a una persona para cubrir lo que está pasando en el país", indicó.
Cada vez que fue consultado por el cáncer que supuestamente padecía, Garay evitó dar respuestas concretas, señalando que "aquello consta en un expediente judicial" en Rumania, que debería publicarse en los próximos días.
Aseguró que sólo se enteró de la alerta roja, "en el cuartel de la policía en Rumania" y que, cuando dejó el país, lo hizo sin dinero: "Algunos medios publicaron que yo dejé el país con 920 millones de dólares. ¿Dónde? ¿En el bolsillo? No resiste análisis". Esto, en referencia a los 27 kilos de sobrepeso en sus maletas.
Consultado sobre si tenía palabras para sus presuntas víctimas, dijo: "Si tengo que pedir disculpas, no es por esto".
En Concepción, Cristian Mora, uno de los querellantes en contra de Garay, afirmó que "yo creo que todas esas declaraciones las hizo como lavado de imagen. Quiere desviar la atención de lo que hizo".
El penquista explicó que el ingeniero sabe que hay problemas más importantes para los chilenos, por lo que a su juicio quiere apelar a eso. De todos modos, dijo que "él ya demostró ser una persona en la que no se puede confiar".
Asilo
Rafael Garay indicó también que pidió asilo en Rumania, ya que "las mentiras que han circulado en los medios chilenos me hacen dudar de un juicio justo".
Sobre este último punto se refirió ayer el canciller chileno, Heraldo Muñoz, quien señaló que "aquí hay dos versiones distintas que deberán ser compatibilizadas", ya que, pese a solicitar asilo, "el señor Garay le ha expresado directamente a nuestro cónsul su disposición de regreso voluntario a Chile".
En tanto, Mora manifestó su preocupación por la petición de asilo, temiendo que ello signifique que no vuelva al país. El querellante penquista llamó finalmente a "que por favor encare las cosas y enfrente a la justicia chilena".
Por su parte, Vicente Pita, tío de Garay, reiteró que "sólo quiero que haya un juicio justo, que no se mida con otra vara".
Mientras, ayer se presentó una nueva querella contra Garay, de 14 presuntas víctimas que lo acusan de estafarlos en $800 millones y asegurarles que tenía oficina en Hong Kong. Hasta ayer, la fiscalía tenía previsto formalizarlo el jueves, en ausencia. Sin embargo, su defensor público, Claudio Aspe, dijo que pedirá postergar la audiencia. Un día después, Garay cumplirá 41 años.
"En los medios han circulado al menos 16 mentiras muy graves sobre mí, que me hacen dudar de un juicio justo en Chile".
Rafael Garay"