Gonzalo Cifuentes Uribe

Dos transeúntes desmayadas. Gritos. Fuego. Palos por los aires. Aire irrespirable. Sudor y pánico. Todo eso y más se vivió ayer en el Paseo Peatonal Aníbal Pinto, a pocas horas de la Nochebuena. Bajo el ardiente sol del mediodía, los protagonistas eran dos: comerciantes ambulantes y piquetes de Fuerzas Especiales de Carabineros, que trataban de sacarlos del radio céntrico de la ciudad por vender sin permiso.

La batalla partió cuando un masivo grupo de ambulantes se instaló en plenitud a lo largo del Paseo Peatonal Aníbal Pinto, entre Freire y Maipú. Sobre sus paños ofrecían a los transeúntes una infinidad de productos. Todo relativamente tranquilo hasta ahí. Sin embargo, pasada la una de la tarde intervino la fuerza policial. Por altoparlantes le pidieron a los vendedores que dejaran de comercializar sus productos y se retiran. Allí comenzó todo...

La furia se apoderó de los comerciantes informales. De ahí en adelante, todo sirvió de proyectil para ellos. Cajas, palos, piedras y hasta los mismos productos, fueron lanzados a los efectivos policiales, quienes utilizaron dos carros lanza agua y un zorrillo para tratar de reducirlos.

Durante una hora la batalla fue feroz.

Mientras se desarrollaban los enfrentamientos, el tránsito estaba paralizado. "Estamos complicados aquí, porque se corre el riesgo de que llegue cualquier tipo de proyectil al auto", reclamó José Zambrano, vecino de la población Pedro del Río que justo a esa hora se iba para su casa.

"No basta con los tacos que se forman por la cantidad de gente que anda comprando, sino que ahora hay que esperar quizás cuánto rato hasta que terminen con ésto", declaró molesta Mariela Díaz."

"Si no los dejan trabajar, es obvio que habrá desorden. Soy de la idea que los dejen tranquilos, así evitamos varios problemas. Creo que es más culpa de la autoridad que de los vendedores", agregó Jorge Palacios.

A pocos metros de los preocupados choferes los manifestantes encendieron una barricada. Ése fue el punto donde se reunieron los carabineros para neutralizar a los ambulantes, que eran cerca de 50.

Heridos

Para disipar a la gente que se tomó la calle, la policía uniformada utilizó gas lacrimógeno, el cual afectó a vecinos que nada tenían que ver con los hechos. Eso sí, Carabineros llamó en reiteradas ocasiones a que la gente abandonara el área, ya que utilizarían sus recursos disuasivos.

En concreto, dos mujeres adultas se desmayaron por los químicos, quienes fueron atendidas por los mismos penquistas en el centro y, posteriormente, por personal del Samu. Ambas fueron trasladadas a un centro asistencial, donde se recuperan.

"Deberían tener más cuidado, porque una anda con niños. El aire está irrespirable, no pueden pasar estas cosas y menos en época navideña", apuntó María Navarro.

Moisés Parra, otro transeúnte, manifestó que "creo que aquí hay un abuso de varias partes. La Municipalidad que no les entrega permiso para trabajar y ahora la policía que los saca a la fuerza". El vecino señaló que es innecesario lo que pasó. "La violencia se debe evitar, porque nos hace daño a todos. Aquí es simple, la muni debería autorizar a la gente y se acabarían todos los conflictos".

Tras una hora de enfrantamientos, el conflicto empezó a bajar las revoluciones. Sin embargo, miembros de la policía uniformada se quedaron custodiando el lugar.

Hubo un detenido

El comandante Hernán Montoya, jefe de la Primera Comisaría de Concepción, confirmó que hubo una persona detenida por los desórdenes.

Además, La Estrella trató de contactarse con la Municipalidad, pero no hubo respuesta. Cabe recordar que el alcalde Álvaro Ortíz dijo que no permitirá comercio ilegal en el centro penquista. Por ello los ambulantes lo señalan como responsable.

"La violencia se debe evitar, porque no hace mal a todos. Deberían darles permisos".

Moises Parra,, vecino de Concepción."

13 la hora en que se inició la pelea entre vendedores ambulantes y carabineros de Conce.