Diego Toloza Cruces
"Hemos radicalizado aún más el movimiento, pero a medida que pasan los días todo esto se torna más difícil", declaró Luis Chandía, presidente del sindicato de trabajadores de la mina Santa Ana. Hasta anoche los más de 70 mineros seguían refugiados a 700 metros de profundidad a la espera de una respuesta positiva a sus demandas.
"Hemos perdido contacto físico con los trabajadores tras el bloqueo del acceso al yacimiento", agregó el dirigente. "Estamos realizando conexiones para poder proporcionarles agua hasta el fondo de la mina", dijo Chandía.
Con respecto a la versión que indicaba el término de la huelga de hambre que una decena de ellos llevaba a cabo, el dirigente aclaró: "Hasta ahora todo sigue tal cual y el movimiento, a pesar del evidente desgaste físico, sigue firme hasta el final".
Campaña
El vocero aprovechó de señalar que se encuentra vigente una campaña solidaria que incluye la recepción de aportes monetarios a través de una cuenta corriente. "Parte de ese dinero es para gastos propios del movimiento y el resto de lo reunido lo queremos guardar para ver si podemos nosotros pagar parte de la deuda que se le debe al sindico de quiebra", agrego Chandía.
Jaime Torres (60), otro de los mineros, dijo que los 183 mineros, 70 de los cuales cumplen 23 días de protesta bajo tierra, no claudicarán. "Ellos no van a salir hasta tener una respuesta del Gobierno. No estamos pidiendo nada del otro mundo. Estamos pidiendo trabajo", dijo.
Cabe señalar que los trabajadores fueron informados que para el 4 de enero se espera la llegada a Curanilahue del subsecretario del Interior Mahmud Aleuy. Traería propuesta de solución.
183 mineros movilizados se encuentran hasta hoy en Curanilahue. 70 de ellos están en el pique.