Andrea Neguiman Pozo
"Aquí hay más ratones que personas", indicó Gabriela Naranjo. Esta pobladora, al igual que cientos de vecinos de Cerro Obligado, está bastante preocupada por la plaga de roedores que existe en el lugar desde hace ya cinco meses.
"Lo peor de todo es que ni siquiera son ratones chiquititos... ¡Son enormes!", comentó por su parte, Fabiola Núñez.
Y de eso está muy segura, ya que hace algún tiempo se encontró con un ejemplar tan grande que la llegó a paralizar por completo. "Iba caminando de noche y de repente veo que algo pasa por al medio de la calle. Me pareció extraño su caminar, por eso lo seguí mirando. Cuando le dio la luz del poste, ahí recién me di cuenta que era un tremendo guarén. Incluso, le tiró un mordisco a un perro que se le acercó. Me dio mucho miedo. Al otro día no quería pasar por ahí", contó la vecina.
En las casas
Los ratones no sólo andan en la vía pública, también en el interior de las casas. Por esto, las familias han tomado sus propias precauciones para evitar enfermedades. "Ya no sabemos qué más hacer. Por ejemplo, tuve que cambiar de veneno a uno más fuerte, porque el básico no me servía de nada, y la comida la tuve que guardar en cajas herméticas", señaló Laura Pacheco.
"He puesto varias trampas en la leñera y donde guardo la mercadería. Mi casa todos los días la desinfecto con cloro, porque me dan asco los ratones", agregó por su parte, Cristalina Guzmán.
La causa de la invasión de ratones en el cerro se debería a la demolición de unas casas. "La gente se está yendo para sus viviendas definitivas. Está lleno de escombros y nadie se ha hecho cargo de la situación", comentó un vecino de población El Esfuerzo, que prefirió mantener en reserva su nombre.
Solución
El alcalde de Coronel, Boris Chamorro, expresó que hace casi un mes ya se realizó un operativo de limpieza que estuvo enfocado en el retiro de escombros y maleza, y que para los próximos días, se va a realizar una desratización general. Asimismo, agregó que el departamento de Aseo y Ornato, se encuentra en coordinación con los vecinos para que la actividad se lleve a cabo con todos los resguardos pertinentes.
"No son ratones. Son guarenes. Llega a dar miedo matarlos, porque tiran a morder"}
Julia Ortega, vecina"