Las historias de los colombianos en Conce dan para una teleserie
Oriundos de Colombia hablan del prejuicio que tienen los chilenos, pero también de lo bueno que tenemos.
L a nueva teleserie de TVN cuenta la historia de una colombiana que lleva dos años viviendo en Chile, teniendo un trabajo honesto. Sin embargo, todos los días, se debe exponer a diversos comentarios que hacen referencia a su "vida en la selva", o incluso a que "los chinos son buenos inmigrantes", a diferencia de quienes comparten su nacionalidad.
Así es la vida de Ángela Vicario (Elizabeth Minotta), quien en su natal Colombia es doctora, pero que en Santiago tuvo que desempeñarse como auxiliar de aseo en un hospital público, ya que tuvo dificultades para pasar el examen de revalidación de su título profesional. Esto, a pesar de que cuenta con los conocimientos y capacidades como para salvar a un paciente de un mal diagnóstico.
La historia de "La colombiana" es quizás muy parecida a la que experimentan los cerca de 60 mil cafeteros que residen actualmente en Chile, según la encuesta Casen.
Stella Cuero es parte de esta cifra de inmigrantes. Hace cuatro años decidió viajar hasta Concepción a conocer a quien sería su futuro marido. Dice que fue una decisión arriesgada, pero que no estuvo equivocada. "Conocí a mi esposo por Internet. Teníamos un año y dos meses de relación por chat cuando me propuso venir a pasar las vacaciones en Chile para conocernos. Como soy un poco arriesgada y me gusta la aventura dije que sí. Llegué a este país junto a mi hijita mayor el primero de julio de 2013", cuenta.
- ¿Y cómo fue el proceso de adaptación?
"Bueno... igual extrañé muchísimo a mi familia en un principio. Ese mismo año me casé y en diciembre comencé también a trabajar en el Hospital Regional, ya que soy técnico en enfermería. Ha sido una experiencia maravillosa, ahora tengo una hija chilena de tan sólo siete días (ríe)".
Inconvenientes
Pese a que Stella fue acogida con amor por su marido y pudo conseguir un buen trabajo, igual en sus primeros años pasó por varios inconvenientes que hasta hoy en día son un mal recuerdo para ella. "La gente nos miraba mucho a mi hija y a mí por ser morenas. Era demasiado, llegaba a incomodar. Mi hija no entendía por qué. Me decía mamá qué pasa. No sabía como responder. Ya con el tiempo asumimos tanto ella como yo que el chileno es así, que es mirón y que es parte de su cultura", indica.
"Otra de las cosas que me costó asimilar es el clima. Es muy frío Concepción. El invierno para mí es como un castigo. Para mi hija mayor no fue tanto. Ella a los dos meses estaba climatizada con la zona y comprendía bastante a las personas. Su proceso fue mucho más rápido que el mío", señala.
Paula González, llegó a Concepción hace un año y un mes exactamente. Lo hizo acompañando a su marido, quien obtuvo una beca para realizar un doctorado en la Universidad de Concepción. "Todo fue muy espontáneo. La verdad es que no esperábamos venirnos a Chile. Se tomó la determinación en dos meses", cuenta.
- ¿Y en su llegada se llevaron alguna sorpresa?
"Dejar la tierra es difícil, porque tienes todas las costumbres y raíces allá, pero cuando llegamos a la zona (Conce) no nos pareció tan grave. El niño se acostumbró fácil. Le ha ido muy bien y se siente muy contento, aunque en algún momento me comenzó a reclamar por la comida".
Es por esto que Paula decidió emprender con una pequeña pyme. "Me empezó a decir: mamá extraño las galletas, el chocolate y otras cosas. Entonces, decidí viajar a Santiago y buscar esos productos. Es así como encontré un local donde llega mucha mercancía. Decidí traer para acá para saciar los antojos de mi hijo y para venderles a otros colombianos que quieren darse un gustito y no tienen la posibilidad de estar viajando constantemente a la capital", explica a La Estrella.
Lo bueno
Johan Duque es garzón hace tres años en el restorán penquista La Fogata. Al igual que muchos de sus compatriotas, viajó a Concepción buscando mejores opciones laborales. "Aquí tenía una tía que había llegado a Chile hace un tiempo. Entonces, fue mucho más fácil adaptarme al país porque ellos me guiaban en los papeles y cómo buscar trabajo", expresa.
-¿Qué recuerdas de esos días?
"Que me costó adaptarme a las costumbres de Chile. Fue difícil todo. No entendía qué hablaban ustedes. Poco a poco fui aprendiendo los términos y ahora ya entiendo todo lo que me hablan".
Por la grata experiencia que ha tenido este joven en territorio nacional, decidió traer desde Colombia también a su novia para forjar una familia. "Nos conocimos allá y decidimos que ella viajara para estar aquí conmigo acompañándome. Ella tiene un mes de embarazo y estamos contentos de empezar una nueva vida acá", comenta.
En este contexto, el caribeño agrega que tiene bastantes expectativas a futuro en la zona y que, por el momento, no vislumbra una vuelta a su país natal de forma definitiva. "Mis aspiraciones son grandes. Quiero estudiar y de hecho, iba a entrar ahora, pero como supimos que íbamos a ser padres lo aplacé un poco por el proceso de embarazo de mi pareja. La idea en general es aprovechar al máximo nuestra estadía. Sé que soy colombiano y como todos, quiero estar en mi tierra, pero el tiempo que esté acá quiero aprovecharlo al máximo".
- Qué es lo que olvidarías primero si te fueras...
"A veces, de pronto, por compatriotas nuestros que hacen cosas malas, nos meten a todos en el mismo saco. Encuentro que existen muchos chilenos que son racistas y elitistas... Eso para todos es incómodo, creo que eso es lo que no recordaría".
"Era raro que todos me miraran por el color de piel
Stella Cuero,, técnico paramédico"
Paula González,, colombiana"
"La comida es algo que mi hijo extraña bastante"
"
"
"
"