Incentivando a los niños en el cepillado dental
La higiene bucal es uno de los hábitos que debe comenzar desde bebés, pues aun cuando se no estén un presentes los dientes, la madre debiera eliminar los restos de leche que quedan en las encías con el uso de un paño húmedo.
Apenas aparecen los primeros dientes; es decir, entre los 6 meses y el año de vida, la madre o quien esté al cuidado del menor, debe higienizar con un cepillo acorde al tamaño de la boquita del bebé. Existen en el mercado una gran variedad de cepillos para guaguas. Lo importante es que sea de cerdas suaves y cabezal pequeño.
A medida que el bebé adquiere cierto grado de motricidad se pueden tener dos cepillos, uno para que el niño "juegue" a lavarse los dientes, lo conozca, muerda y se vaya acostumbrando a este elemento; y otro "oficial" que usará la mamá o cuidador para higienizar los dientes.
A medida que van creciendo, es importante que eduquemos en cuáles son los movimientos para un cepillado y limpieza correctos. Es necesario considerar que el cepillado de los adultos no es igual al de los niños; por lo tanto no podemos realizar las mismas acciones. Hasta los 4 o 5 años de edad, deben hacerlo la manera adecuada es enseñarles a juntar los dientes y cepillar en forma circular, desde la encía superior a la encía inferior, rotando por todas las piezas dentarias; luego, abrir la boca y cepillar el sector de las "muelas" para limpiar de restos de alimentos y bacterias.