Nueva diagonal no convence a vecinos
Según residentes y locatarios, los cambios en Pedro Aguirre Cerda trajeron tanto mejoras como problemas.
"Hay mucho ruido, ya no se puede dormir", contó Raquel Luna, que vive en la Plaza Perú y que se acercó al alcalde Álvaro Ortiz tras el corte de cinta de la recién inaugurada rambla Diagonal Pedro Aguirre Cerda para plantearle el problema. "Años atrás éste era un barrio agradable y se podía salir a pasear, ahora en la noche está lleno de ebrios", señaló.
La última etapa de la obra que va desde avenida O'Higgins hasta la Plaza Perú y que transformó la diagonal, fue entregada en su totalidad, haciéndola mucho más amplia y con un sentido peatonal.
El alcalde penquista Álvaro Ortiz comentó que la idea es favorecer a peatones y ciclistas, ya que es una "zona 30", con velocidad restringida.
El edil valoró que existan cámaras de seguridad en la plaza y dijo que "no hemos tenido mayores problemas, Carabineros está instalando durante el día un retén móvil, que es un compromiso con locatarios y vecinos".
Escepticismo
Los residentes del sector, sin embargo, no están tan contentos con la nueva cara que está teniendo el lugar. Alegan que con los años se ha ido perdiendo la vida familiar de barrio y por las noches deben lidiar tanto con ruidos molestos como con borrachos que, dicen, arman desórdenes y peleas cerca de la plaza.
Claudio, conserje en uno de los edificios de la Plaza Perú, sostuvo que siempre han habido problemas de noche, pero cree que el último tiempo se han acrecentado. "Ésta es la única plaza de Conce que no tiene bancas porque todas las rompieron", aseguró.
Algunos locatarios cuentan que han perdido el entusiasmo con la nueva diagonal, porque además han subido los arriendos, pero valoran los espacios amplios y la iluminación.
"Hay expectativas sobredimensionadas con la nueva rambla, porque hasta ahora no ha significado un aumento significativo de público", indicó Antonio Astete, quien lleva 13 años al frente del café Años Luz.
"Ha cambiado el barrio, sí, pero el temor que tenemos es que esto se transforme en un nuevo Barrio Estación", añadió.
El presidente de la junta de vecinos Nº30, Mario Pérez, también fue cauto. "Esperamos que se controle el comercio ambulante y que el comercio establecido respete los espacios otorgados, que el uso de la rambla no sea para estacionamientos", dijo.
La segunda etapa recién entregada tuvo una inversión de mil 747 millones de pesos, los que se suman a los $538 millones de la primera fase.
30 kilómetros por hora es la velocidad máxima en la diagonal, para favorecer a los peatones.