Ex utilero lotino representa a la marca que viste a Vial y Hualqui
Rogelio de Menezes llegó en 2005 a trabajar a la Lamparita. Hoy es la cara visible de Onefit.
En Lota Schwager y la zona no todos recuerdan a Rogelio de Menezes Santos (53 años de edad), pero sí a "Papito", apodo con que este brasileño bonachón llegó en 2005 al club minero para hacerse cargo de la utilería, labor que realizó durante tres temporadas.
En 2008 las grúas llevaron a "Papito" a ponerse el buzo de utilero de Curicó Unido, logrando el mismo año el cetro de Primera B y el histórico primer ascenso de la entidad a la serie A, lo que hace unas semanas repitió, también desde la utilería albirroja, pero además como representante de Onefit, marca de ropa deportiva que se abre camino en el país y que, aparte de los torteros y otros clubes, viste a Vial y a Hualqui, lo que constantemente lo trae de vuelta a la intercomuna.
"Creo que a futuro lo mío va más por lo empresarial, pero por ahora no dejo mi oficio de utilero. El tiempo me da, y mientras siga siendo así haré ambas cosas", comentó el nacido en Sao Paulo, donde trabajó en Palmeiras.
Quien en 2012 se nacionalizó chileno destacó que "el actual ha sido el mejor año de Onefit, pues también vestimos a Copiapó, Valdivia, Mejillones, Cauquenes, Rengo y Colchagua, y con Curicó estaremos desde julio siendo por primera vez la marca deportiva de un club de la A, pero en diciembre de seguro sumamos otro".
"Mi tarea es contactarme con los equipos, presentarles la propuesta y, cuando se concreta, hacerme cargo de la representación", destacó Rogelio, quien agregó que "en 2009 nació mi interés por realizar algo más que el trabajo de utilero. Entonces surgió Deportes Papito, tienda de indumentaria deportiva en la que conocí a Cristián Ramos, empresario curicano que creó Onefit, y que me dio la opción de trabajar a su lado".
"Deportes Copiapó fue el primer club profesional al que llegamos con la marca. Lo vestimos después del aluvión de marzo de 2015, en el que perdió toda la indumentaria", recordó quien en esa misma campaña sumó a su carpeta de negocios a Puerto Montt y a Colchagua.
"La fábrica está en Curicó. Todo lo hacemos nosotros, desde camisetas a jockeys", dijo quien llegó al país en 2000 en plan de vacaciones, y quien hoy está casado con chilena (Claudia Acevedo) y tiene dos retoños.
Adíos en la mina
Como un "eterno agradecido de Lota Schwager" se manifestó Rogelio de Menezes, pues "fue el club que a contar de 2005 me dio la posibilidad de trabajar en el fútbol profesional". Aunque no lo descarta, "Papito" ve difícil volver a vivir algún día al mineral, pues se siente cómodo en la urbe tortera. "Curicó es como mi ciudad natal, donde mis hijos han crecido. La gente y la dirigencia del club me quieren harto", sentenció.