A 121 metros de distancia: cañón de la Esmeralda vigila al Huáscar
Pieza de artillería, de 150 años de antigüedad podrá ser admirada este 21 de Mayo por miles de familias.
Un cañón de la corbeta Esmeralda, que combatió de forma heroica hace 138 años frente a Iquique, hoy luce impecable y estoico en la Plaza Los Héroes de la Base Naval de Talcahuano, a la espera de ser admirado por cientos de familias que mañana lleguen al recinto a visitar el Huáscar, el acorazado al cual se enfrentó aquella nublada mañana del miércoles 21 de mayo de 1879.
Quizás fue el último en ser disparado por el guardiamarina Ernesto Riquelme, quien, según los sobrevivientes, fue el último chileno en efectuar un disparo antes de perecer en el mar. Eso nunca se sabrá, pero lo cierto es que es uno de los tesoros que los visitantes mañana no deberán dejar pasar
"Estos cañones, lamentablemente, no le hacían ni cosquillas al Huáscar cuando disparaban. La verdad es que los tiros rebotaban en su coraza", explica el suboficial Manuel Barra, contramaestre del RH Huáscar.
El que está en dicha plaza, a un costado del monumento en honor del contralmirante Galvarino Riveros, comandante de la Escuadra Nacional durante la Guerra del Pacífico (1879-1884), es uno de los 12 cañones de ánima estriada que formaban parte del arsenal de nuestra corbeta, construida entre 1854 y 1855 en el astillero Henry Pitcher Northfleet de Inglaterra.
Del modelo Armstrong, fabricado en 1867 en la maestranza de Elswick-on-tyne, dicha pieza de artillería, de avancarga, corresponde al tipo 40 libras (munición de 18,1 kilos). Sus medidas son: largo 121 pulgadas (3,07 metros); diámetro del ánima 4,75 pulgadas (12,06 centímetros) y 3.693 libras de peso (1,6 toneladas).
"Este cañón fue sacado en 1960 de la Rada de Iquique. Lo restauraron y le construyeron una cureña para dejarlo puesto acá", agrega el suboficial.
Los 2 gigantes
A 23 metros del Armstrong de 40 libras se encuentran otros dos cañones Armstrong de 300 libras y de 12,5 toneladas de peso. Estos monstruos, construidos en 1865, iban montados sobre la mortífera torreta giratoria del Huáscar de 37 toneladas.
"Esta torre se movía manualmente y necesitaba de 16 personas para hacer un sólo arco de tiro. Ya sea por el lado de estribor o babor para hacer arcos de 130 grados demoraban cerca de 15 minutos. Además, al ser de avancarga, significaba disponer de un lento proceso para volver a disparar, por ello era más efectivo mantener la torre al centro y hacer la caída con el buque, darle distancia y disparar", explica el contramaestre Barra.
Con un alcance de 4.000 yardas (3,65 kilómetros) estos cañones fueron encontrados enterrados en 1998 durante las excavaciones realizadas bajo la Plaza Sotomayor de Valparaíso y en 2006 llegaron a Talcahuano. De acuerdo a lo señalado en la "Revismar" de 2005 por el teniente 1° Víctor Larraín Zelada, tras inspeccionar el lugar del hallazgo las primeras impresiones apuntaban a que correspondían a los del Huáscar. Tras comprobar que los números de serie 1351 y 1358 coincidían con aquellos, se desató una gran emoción.
"Del mismo modo pudimos constatar algunos daños que se podían observar con facilidad y que podrían ser atribuibles a los sufridos durante el Combate Naval de Iquique o la Batalla Naval de Angamos", agrega el teniente.
También es imprescindible admirar los cañones del Crucero O'Higgins que peleó en África y Europa antes de pasar a Chile.
"Los tiros rebotaban en el Huáscar
suboficial Manuel Barra"
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