Chile, sin duda, es un país extremadamente centralizado y dada esa característica ha ido migrando con mayor fuerza a un país muy estatista. ¿Cuáles son las señales para indicar ello? Podríamos comenzar con el sector privado, que dadas las políticas públicas, se ve "obligado" a migrar hacia la capital de Chile.
Si uno hace un poco de historia, en el sistema financiero, por ejemplo, léase bancos, existían instituciones que incluso tenían el nombre de la ciudad, Banco Concepción, Banco Osorno y La Unión, Banco de Talca, de Valdivia, de Constitución, de Curicó, de Llanquihue, Regional de Linares y muchos otros más que hoy solo recordamos sus nombres, pues todos fueron fusionados y todas sus gerencias se tuvieron que ir a Santiago.
Hoy todas las grandes empresas también han debido llevar sus gerencias a Santiago y las pymes, cuando crecen un poco, no les queda otra que irse. Como yo soy penquista me voy a referir la última empresa mediática que teníamos y se trata de la Isapre Masvida, que luego de una serie de problemas, no tuvo más que vender su gestión a un nuevo controlador, que me atrevo a aventurar, terminará con sus gerencias en Santiago.
Cuando uno intenta generar algún negocio en las zonas que no son Santiago, el imán de la capital es muy potente, y se explica porque la mayoría de las personas vive allí (alrededor de 7 millones de habitantes) y las decisiones de gobierno (todas) están concentradas en esa ciudad.
Columna