Catalina Bu: "La ilustración es un universo infinito"
La ilustradora penquista, quien goza del reconocimiento con El Diario de un Solo, no deja de asombrarse.
Camina por una sala de exposiciones de la Pinacoteca de la Universidad de Concepción. Bajita, pero imponente, Catalina Bu nunca pensó que sus dibujos la tendrían en una posición de honor. Hoy la penquista es una de las ilustradoras más importantes del país gracias a su historieta de humor gráfico, "Diario de un solo". Pero no se detiene sólo en esta faceta, también le enseña a otros a seguir sus sueños a través de sus manos, dejarse llevar por lo que su imaginación les hace plasmar.
"A mí siempre me gustó el dibujo. Obviamente estuve interesada en cosas relacionadas con el arte, la creatividad, pero siempre sentí que tenía mucha energía creativa que no podía canalizar en una sola cosa. En algún momento estudié diseño industrial y me di cuenta que las clases que más disfrutaba eran las de dibujo", cuenta.
Ahí entendió que eso era lo suyo. "Para mí la ilustración es increíble. Es más que una foto, más que un video, es un universo que puedo inventar lo que se me ocurra. Es infinito. Eso me llama mucho la atención, me causa mucha curiosidad. Tiene que ver mucho con mi vida, me aburro rápido de las cosas. Entonces puedo ir cambiando, moviendo, cambiando los colores… es infinito. Eso para mí fue lo que más me motivó", agrega.
Una chilena más
Cuando recién comenzó a echar a volar su imaginación y sus manos, Catalina Bu no tenía idea que estaba haciendo ilustración, pues "el término acá es más nuevo", explica. Cuando se fue a Santiago, un primo que estudiaba Arte le contó que había algo que se llamaba ilustración y que era muy parecido a lo que ella hacía, "que no era tanto como el diseño gráfico ni como el diseño, sino que era distinto. Averigüé y me metí a estudiar", relata.
-¿Cómo ha sido ese proceso?
"Interesante, tengo la oportunidad de cambiar todo el tiempo. A veces es muy difícil, porque todo ha sido autogestionado, desde mi cómic que primero lo gestioné yo y luego lo tomó una editorial. Pero todos mis primeros pasos los hago sola. Es como llegar a una oficina y que no haya nadie. Se me ha hecho difícil tener siempre motivación. Es complicado pero increíble".
Catalina es humilde, a ratos dice que "dibujar bien tampoco es mi onda, no es muy lo mío. Sino que con mi libro y mis cosas, más que dibujar bien, hacer un cómic por así decirlo -es uno porque tiene la estructura de una historieta-, pero mi libro no se parece a uno, es distinto. Esto nació, porque necesitaba tener un pie forzado para hacer un proyecto siempre, pues mis días son distintos y ya que quería tener un proyecto que fuera más difícil. Fue un reto que me puse a mí misma. Ahora estoy avanzando a otras cosas".
El 2014 editó "Diario de un solo", el cual nació un año antes, primero, como un webcomic, "donde iba publicando en internet viñetas sobre la vida cotidiana -y algo triste- de un muchacho que vive solo en la gran ciudad. Como un diario de vida, este libro retrata el día a día de un personaje en el que es fácil sentirse identificado", dice su detalle en su sitio web.
En su primera edición se fueron 2 mil copias. En la segunda, otras 2 mil más.
Ahora está realizando libros infantiles, sacará uno a fin de año. Está explorando otros lugares, no tanto la historieta en sí, aunque quiere hacer otra. En el futuro quiere viajar más y conocer. "Mis ambiciones no son tan altas, son bastante sencillas o sino estaría frustrada", señala.
"Lo interesante de mi pega es que se pueden indagar muchas cosas distintas, jugar con eso y no hacer siempre lo mismo", agrega.
-¿Pensaste que estarías en esta posición hoy?
"Creo que no lo pensé, pero supongo que cualquier ilustrador, en el día de hoy, que tenga cierto grado de reconocimiento, es como cualquier persona que se le reconozca. En cualquier disciplina aplica la perseverancia y el trabajo. Claro, no lo pensé, pero sí lo he trabajado, así fuera cualquier oficio. El reconocimiento es fruto del trabajo, no es como una suerte".
Catalina participó hace algunos días en el ciclo "Vacaciones de mí misma", donde realizó una charla testimonial y un taller para mamás e hijas. Instancias que, confiesa, le encanta hacer, sobre todo porque no busca la perfección de los dibujos.
"Sería barsa si yo pidiera eso, si yo no dibujo tan bien. Desde un punto de vista técnico, académico, clásico, no dibujo bien, pero la ilustración es mucho más que eso. Es lo que puedo comunicar", sentencia.
"Desde un punto de vista técnico... no dibujo bien, pero la ilustración es mucho más que eso".
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