Mario Saavedra Ponss

Como un compañero preocupado por sus amigos, que sentía su trabajo como un segundo hogar, fue recordado ayer Freddy Muñoz Quevedo (27), el joven que falleció tras recibir un disparo durante un asalto a la tienda D-House, en el sector el Trébol de Hualpén.

Su familia, amigos y colegas piden justicia y llaman a reflexionar sobre la violencia desmedida de los delincuentes. La Policía de Investigaciones, en tanto, manifestó estar avanzando en las indagatorias.

Familia lo recuerda

"Queremos justicia. Que su muerte se aclare y aparezcan los asesinos. Esto es algo que no tiene nombre, él era un niño bueno, estudiante de Ingeniería Civil en la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Él trabajaba part time, para costear sus estudios. Él tuvo la reacción de alguien que, al ver que van a asaltar a sus compañeros y su lugar de trabajo, decide proteger. El delincuente le disparó a quemarropa. Fue espantoso", contó Clara Emilia Torres, tía abuela del muchacho.

Su padrastro Alex Arriagada, en tanto, manifestó su malestar por el alto grado de delincuencia que, a su juicio, existe en el país. "No sabemos con quién estar enojados porque, a cada rato, se da lo mismo. Queremos justicia pero no sabría decir qué ganamos si los atrapan", indicó.

Jacqueline Torres, tía de Freddy, añadió que "nada nos devolverá su abrazo. Él era alto, grande, alcanzaba para todos. Es tan injusto cómo cambió, en un segundo, la alegría que como familia teníamos con él".

Gabriela Garrido, compañera de trabajo en D-House, contó que "estaba ahí desde hace tres años. Éramos como una familia y, de seguro, quiso cuidar a quienes estaban con él. Freddy era muy querido, muy de piel, alguien que nos deja muchos recuerdos. Defendió su segundo hogar hasta el último. Puedo decir que gracias a cómo actuó él, sus amigos de la tienda están bien, él es un héroe en este momento".

Detalles policiales

Respecto a las indagatorias policiales que instruyó Fiscalía, el comisario Jorge Abatte, jefe de la Brigada de Homicidios de Concepción, indicó que durante la primera jornada hubo avances en la recopilación de videos de las cámaras de vigilancia, en donde se ven las acciones que perpetran los encapuchados. Se estableció que fueron cuatro las personas que llegaron a la tienda con la intención de robar cuando se encontraron con Freddy, quien salía tras terminar su turno.

"La víctima, trabajador del local, se encontraba dispuesta a salir cuando los sujetos intentan ingresar. En ese momento, por tres o cuatro segundos, se provoca un forcejeo entre los dos. Ahí se generan dos disparos", detalló el comisario. A Freddy lo impactó un solo tiro, que perforó su tórax. La bala no tuvo salida y, alrededor de una hora después, le quitó la vida en el Hospital Regional de Concepción.

Dolor en la Ucsc

El dolor que dejó la muerte del joven trabajador se extendió a las aulas del edificio de Ingeniería de la Ucsc. De hecho, anoche, su cuerpo fue velado en la capilla del campus universitario.

El pesar fue evidente no sólo entre sus compañeros de carrera, sino que también entre sus profesores. Mónica Tapia Ladino, vicerrectora académica de dicha casa de estudios, indicó que "estamos conmovidos, muy tristes. La directora de Apoyo al Estudiante está con la familia para brindarle toda la ayuda correspondiente".

Por su parte, Claudio Oyarzo, director de la Escuela de Ingeniería, dijo lamentar mucho su partida. "Lo conocíamos casi todos los profesores. Era muy respetuoso, responsable. Fue mi alumno y estaba muy pronto a terminar la carrera, le quedaban unos seis ramos y la tesis. El próximo año pudo haberse titulado como ingeniero civil".

Tras ser velado en la Universidad Católica de la Santísima Concepción, la familia de Freddy Muñoz trasladó su cuerpo hasta la comuna de Quillón, de donde son oriundos. El velorio continuará en la casa de sus papás, en el centro de la ciudad.

"Es tan injusto cómo cambió, en un segundo, la alegría que como familia teníamos con él".

Jacqueline Torres, tía del joven"